Se hace fundamental empatizar con otros para comprender sus necesidades; el respeto para cuidarlos y también a nosotros mismos; comprometernos con acciones concretas a ser parte activa en la construcción de una mejor sociedad donde cada uno importa. Hoy que tantos faltan, reafirmamos lo importante que es incluirlos a todos.
La demolición, incluso en sentido figurado, de cualquier bien patrimonial, atenta contra el derecho a la cultura consagrado en el artículo 27 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Ya no solo hablamos de demoler la historia de una nación, concepto del siglo XIX, sino también el de la memoria colectiva.