Es por esto que el proceso constituyente es tan importante, y más importante aún, que se haga bien.
Ellos ya no podrán verter sus lágrimas ante las cámaras de algún canal de televisión ante las lágrimas indignadas de algún conductor de matinal.
Mientras la discapacidad siga siendo un tema secundario y no sea considerado en el debate público, es muy difícil pensar en un país inclusivo, donde todas las personas, independiente de sus capacidades, puedan desarrollarse plenamente sin barreras del entorno.