
En una reflexión de Yuval Noah, profesor de historia en la Universidad Hebrea, se compara la velocidad del progreso, del cual nadie duda, pero que no todos comprenden su magnitud.
A pesar de todas las circunstancias presentes, lo que debe estar claro es que nuestro país está perfectamente vivo y operativo, sus fuerzas sociales íntegras y comprometidas. No es la sociedad abúlica de la cual se puede impunemente abusar.
Si no se ha pensado bien, si es necesario empezar ahora a considerar las posibilidades. Entonces es claramente prematuro tanto jolgorio, ya que en términos prácticos todo está como siempre, autoridades regionales sin autonomía ni atribuciones.
De lugares comunes está tapizado el mundo de las letras, hasta comprometer a la duda, por su lamentable tendencia al asalto, "me asaltó una duda", se expresa con preocupación. La otra es la fuerza de la atención, "me llamó poderosamente la atención", suele comentarse.
Siete de cada 10 estudiantes supera la educación de sus padres. A comienzos de la década de los ‘90 había poco más de 200 mil alumnos en educación superior, hoy la cifra es de más de un millón de matriculados en el sistema terciario, sumado al hecho que la cobertura se quintuplicó en los últimos 20 años.