Editorial

Las universidades regionales, aporte a la descentralización

Las universidades, mediante las estrategias y prácticas de vinculación con el medio, pueden sumar su quehacer al desarrollo regional, contribuyendo con conocimientos y enfoques propios de las ciencias, el arte y las humanidades, recogiendo críticas y aprendiendo de los territorios y comunidades.

Por: Diario Concepción 16 de Mayo 2017

La vinculación con el medio ha sido el último y más malentendido parámetro en la evaluación de la calidad de la educación superior, ya que suele confundirse con actividades de extensión. El término expresa, en sentido estricto, la necesidad que la institución, o sus diferentes programas, establezcan una comunicación bidireccional, de tal manera que éstas se relacionen con el entorno con todos sus productos y de esa manera evaluar si lo que están haciendo corresponde a las expectativas del mundo que les rodea, si sus emprendimientos y programas son relevantes y necesarios, qué impacto tienen sus actividades sobre las comunidades, la Región o el país y al mismo tiempo, qué experiencias valiosas en esos contactos representan oportunidades de mejoramiento en los planes formativos.

Así entendido, las universidades deben mantener, necesariamente, vínculos estrechos con la sociedad y las comunidades, sin ese proceder es perfectamente posible que se muevan en un progresivo proceso de auto referencia y encapsulamiento. Es por eso que la mayoría de las instituciones de educación superior se relacionan con la realidad externa, cercana y remota, para hacer su gestión con adecuados niveles de pertinencia, adecuados a las necesidades reales y concretas de la actualidad, más una serie de emprendimientos preparatorios para futuros mediatos y lejanos dentro de lo predecible.

Si bien es cierto, las casas de estudios suelen desarrollar actividades culturales y recreativas, en el ánimo de fortalecer lazos con las comunidades, lo más trascendente es el grado de identificación que se consiga con los proyectos urbanos o regionales, la capacidad de inducir e impulsar emprendimientos e innovación, poner al alcance de las autoridades en los más diversos niveles, su conocimiento y experiencia buscando, en definitiva, contribuir a la equidad y bienestar social y, de paso, robusteciendo los potenciales de desarrollo regional.

Chile es uno de los países con mayor concentración del poder de decisión en la capital, Región Metropolitana, con avance lento para una iniciativa declarada como de máxima prioridad; se han dado algunos pasos, cortos y tímidos para conseguir mayores niveles de descentralización mediante la elección directa y democrática de intendentes regionales; descentralización financiera y presupuestaria y de servicios públicos. Estas modificaciones, aún incipientes, abren un conjunto de oportunidades para las universidades regionales en el cumplimiento de su misión institucional. 

Un editorial de Ingeniare. Revista Chilena de Ingeniería, el año 2015, lleva como encabezamiento "El rol de las universidades regionales en el proceso descentralizador de Chile: una perspectiva desde la economía del conocimiento". Se describe allí un concepto básico que es preciso internalizar, ese tipo de economía se caracteriza porque el conocimiento es el elemento clave en la creación de valor y riqueza en las organizaciones y en la sociedad.

La universidad, en el contexto del proceso de descentralización, opera en este marco, ya que son las estrategias y prácticas de vinculación las que permiten participar en este desarrollo equilibrado, sumando el quehacer de las universidades al desarrollo regional, contribuyendo con conocimientos y enfoques propios de las ciencias, el arte y las humanidades, recogiendo críticas y aprendiendo de los territorios y comunidades, de esa manera, la vinculación con el medio se convierte en una indispensable herramienta con base local para avanzar hacia un empleo más equitativo de los recursos del territorio nacional.

Etiquetas