Hay recuerdos sobre especulaciones, que se remontan al terremoto y tsunami de 2010. El llamado es a no repetir dichas acciones, porque, al final, la misma ciudadanía termina recibiendo un doble golpe.
No se trata solo de manifestar una queja, tampoco de envidia, sino que de una solicitud justa para quienes no vivimos en la RM. Nuevamente hace sentido decir: Santiago no es Chile
Es acá donde las instituciones deben ser más robustas y no precisamente solamente la escuela, sino que las familias también son llamadas a ser protagonistas.
Lo trascedente es que exista conciencia en que la vacunación contra esta enfermedad es clave. La autoridad sanitaria coloca todo a disposición, la ciudadanía también debe concientizarse.
Lo que se espera, además de la idea de la conservación histórica del patrimonio locero, es que el apoyo estatal vaya en el sentido de una reconversión y reinserción laboral que sea útil para las personas.