La ley incorpora el concepto de centros de baja hasta de alta complejidad en un trabajo en red que es muy necesario para optimizar recursos.
Todos estamos en búsqueda de la quimera de la calidad de vida, que parece tan lejana como la felicidad cuando se la basa en aspectos materiales que van siempre escalando.
Se debe velar por la ausencia de este ámbito de interés por colectivos específicos, como los políticos, las compañías farmacéuticas transnacionales y entidades Empresariales de Salud que pudiesen entrar en intereses económicos extremos.