Señora Directora:
Preocupa, el que todavía existan chilenos y chilenas que creen, pero lo peligroso no es que solo creen, sino que están absolutamente convencidos, que el solo hecho de que gane la opción “apruebo” el día del Plebiscito, “ipso facto”, todos sus problemas, que por tanto tiempo los han aquejados, se van a terminar, porque aparecerán las soluciones a todos ellos, y lo peor de todo, es que tampoco existe mucho interés de aclarar este importante tema, tal vez sus promotores, piensan que podría ayudar a la opción contraria.
¿Y qué pasará, cuando estas mismas personas con grandes expectativas de tener soluciones inmediatas a sus problemas, con el solo hecho de que resulte ganadora su opción, comprueben que el proceso es más bien largo, debatido, debatido y debatido, quién ó quienes asumirán todos los gastos por la ira y decepción, muy justa por lo demás, que ellos querrán demostrar, y ni hablar si gana la opción contraria, quién o quiénes?
Luis Enrique Soler Milla