Al iniciar este ciclo con algunas consideraciones sobre las lenguas originarias de Chile -y aunque pueda parecer redundante-, un buen punto de partida es señalar que son, precisamente, eso: lenguas y no meros “dialectos”, como se suele escuchar. Como diría el etnolingüista Adalberto Salas, todas las lenguas humanas siguen los mismos principios de funcionamiento y no hay diferencias sustantivas entre la lengua que utiliza un grupo humano que vive en la selva amazónica y otro que construye computadoras. Las lenguas, en este sentido, son esencialmente idénticas y superficialmente distintas. En este contexto, este reportaje se centra en el mapudungun, focalizando su estado actual, su estudio y también su revitalización.
El aporte que realizan los migrantes a Chile es mucho mayor a los aspectos negativos que se destacan en los medios de comunicación, aunque esto siempre estará presente. Incluso en Francia, donde me encuentro desde hace más de un año y medio, he podido presenciar y vivir la discriminación -no tan fuerte- que se hace al extranjero. Si bien es un tema sociocultural, las políticas públicas ayudan.
Contar hoy con 458 Cesfam de Arica a Magallanes que atienden a casi el 80% de la población y que en muchísimos lugares cubren las necesidades de salud del 100% de sus habitantes, es sin duda un gran logro del Estado.
Para Einstein, es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. Sin embargo a pesar de las dificultades que imprime, está saga aspira a cuestionar algunos prejuicios y a proponer algunas ideas para generar un marco constitucional compartido y que acompañe al progreso de la condición humana de nuestro amado Chile.
La Consulta Indígena no es un mecanismo o derecho de carácter ambiental per se, sino que es un derecho fundamental de los indígenas y debe entenderse como un mecanismo que garantiza su efectiva participación y diálogo en condiciones de igualdad en esta y otras áreas.