El aporte que realizan los migrantes a Chile es mucho mayor a los aspectos negativos que se destacan en los medios de comunicación, aunque esto siempre estará presente. Incluso en Francia, donde me encuentro desde hace más de un año y medio, he podido presenciar y vivir la discriminación -no tan fuerte- que se hace al extranjero. Si bien es un tema sociocultural, las políticas públicas ayudan.
Andrés Coo Causa
Estudiante Master Estudios Migratorios, Université Côte d’Azur. Administrador Público UdeC, ayudante del Programa de Estudios Europeos.
De acuerdo a la definición de la Organización Internacional de Migrantes, migrante es aquella persona que se traslada fuera de su lugar de residencia habitual, ya sea dentro de un país o a través de la frontera internacional, de manera temporal o permanente. A su vez, tenemos el término Refugiado, que se define gracias a la ACNUR, como todo aquel ser humano que huye de la guerra o persecución, y han cruzado una frontera internacional.
Teniendo en cuenta estas definiciones, aquella persona que emigra voluntariamente, generalmente lo hace por razones económicas, buscando una mejor calidad de vida; el refugiado huye de manera forzada debido a que su vida y la de sus cercanos se ve amenazada. Esta emigración no es voluntaria, es por ello que muchas veces arriesgan sus vidas utilizando rutas cada vez más peligrosas con el solo objetivo de poder tener una vida mejor. Ejemplos de rutas podemos observar en el mediterráneo para llegar a Europa, donde hasta la fecha más de 20 mil personas han fallecido. En Chile, las rutas migratorias se hacen de igual forma a través de un territorio extremadamente peligroso, el Desierto de Atacama, considerado el más árido del mundo, con alturas sobre los 3000 metros, lo cual puede provocar la muerte.
La Declaración Universal de DDHH de 1948 detalla en su artículo 13.2 que “toda persona tiene derecho a salir de cualquier país, incluso del propio, y regresar a su país”. Esto no quiere decir que las personas tengan el derecho a ser recibidos, ya que ello continúa siendo competencia soberana de cada Estado. Es necesario que en Chile tengamos buenas políticas públicas, tomando en cuenta las recomendaciones de las OIs en materia de migración para garantizar la seguridad de quienes migran y así evitar que sean víctimas de trata de personas, esclavitud, trafico, etc.
Finalmente, el aporte que realizan los migrantes a Chile es mucho mayor a los aspectos negativos que se destacan en los medios de comunicación, aunque esto siempre estará presente. Incluso en Francia, donde me encuentro desde hace más de un año y medio, he podido presenciar y vivir la discriminación -no tan fuerte- que se hace al extranjero. Si bien es un tema sociocultural, las políticas públicas ayudan.