Supuesta evasión de controles y difusión de información falsa o fake news han colocado en el ojo del huracán real función que deberían tener los congresistas, incluyendo, algunos de la zona.
En los últimos días la labor parlamentaria ha estado en ojo del huracán tras algunas polémicas que han involucrado, principalmente, a diputados y de todos los sectores.
Se trata de hechos o comentarios que han relevado el rol que deben cumplir los representantes durante el cumplimiento de sus labores en el territorio y el hemiciclo.
Una de estas polémicas se relaciona con lo sucedido con el diputado Hugo Gutiérrez (PC), quien cuestionó al personal de la Armada que lo fiscalizó en un control en Iquique. Algo similar ocurrió con sus colegas, Loreto Carvajal (PPD) y Gabriel Silber (DC), quienes enfrentarán un sumario sanitario por, supuestamente, vulnerar controles que se realizaban en los accesos a la Región del Ñuble.
Pero no solo temas relacionados a la pandemia han estado en la palestra. Otro ejemplo son los dichos y tweets del diputado Cristóbal Urruticoechea (RN) sobre el conflicto Mapuche, incluso, difundiendo fake news, que luego tuvo que borrar de su cuenta.
Otro caso es del diputado del Distrito 20, Sergio Bobadilla (UDI), quien en una encuesta de Twitter tildó a Contraloría como “el brazo armado de la narcoizquierda chilena”, dichos por lo que su colega Daniel Núñez (PC) deslizó la posibilidad de denunciarlo a la Comisión de Ética de la Cámara.
Al ser consultado por los antecedentes que maneja para sostener dicha afirmación, Bobadilla dijo que “se trata de una duda de ciudadanos que yo planteé. Contraloría comete un error al investigar a estas instituciones (Carabineros) y acá puede haber interpretaciones para que la opinión de la extrema izquierda sea validada”. “Todos debemos someternos a las leyes y jamás voy a avalar actitudes en contra, pero no voy a permitir que se coarte mi libertad de expresión”, insistió Bobadilla en su defensa.
Pero estas actitudes, al parecer, solo ayudan a mermar la credibilidad que tienen los políticos. “Los y las parlamentarias son los peores evaluados en la mayoría de las encuestas. Claramente saltarse controles sanitarios es grave cuando deben ser los modelos a seguir. Denunciar en los medios o a la Contraloría como ‘un brazo armado de la narcoizquierda también afecta negativamente”, opinó la académica de la UdeC, Jeanne Simon.
Agregó que, para evitar este tipo de episodios, los partidos deben jugar un rol clave en el autocontrol de sus militantes y sus autoridades.
En tanto, el director de Corbiobío, Andrés Cruz, dijo que estas opiniones demuestran la farandulización de la política. “Esto demuestra el uso indebido de prerrogativas que hace que se corroan y debe haber un fuerte llamado de atención a ellos”.
Cruz cree que es un grupo minoritario el que comete este tipo de discurso, lo que deriva en algunos casos en generalizar a todos.