El aumento o sinceramiento de las cifras ha sido la tónica. En efecto, luego de la salida del ministro Mañalich, los números en la zona se dispararon. Sólo en los últimos tres días la cantidad de casos positivos informados osciló entre los 168 y 257.
A una semana de la salida de Jaime Mañalich del Ministerio de Salud y el ingreso de Enrique Paris en su lugar, además de la prórroga del estado de excepción constitucional (por 90 días), sólo algunas cosas han cambiado en el Bío Bío.
En el denominado “Segundo tiempo” en el combate contra el coronavirus los rostros visibles en la Región siguen siendo el intendente Sergio Giacaman y el seremi de Salud, Héctor Muñoz, pero en los últimos días las cifras han aumentado considerablemente y, con ellas, la preocupación y el llamado a medidas más restrictivas.
Sin ir más lejos, en cuatro días el número de contagios aumentó a 804 (el miércoles se informó 171, el jueves 168, el viernes 218 y ayer 257) y, junto con ellos, la cifra de víctimas fatales llegó a 32, casi triplicando el número con que contaba la Región hace dos semanas (11).
No debiera de extrañar que el número siga subiendo, luego que el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (Deis) confirmara que tiene contabilizadas más de 3 mil muertes por Covid-19, aunque sin confirmación de laboratorio. En Bío Bío, según el informe publicado ayer por la citada instancia de Salud, habrían otros 23 personas fallecidas a causa del virus.
Es por ello que, quizás, lo más relevante en esta segunda etapa haya sido el incremento (o sinceramiento) de las cifras, pues las vocerías siguen a cargo del intendentes y el seremi de Salud, aunque en algunos días se sumó la seremi de Gobierno, Francesca Parodi.
Como sea, desde el 3 de marzo, día en que se conoció el infectado de Covid-19 en el país (en la ciudad de Talca), el discurso de las autoridades regionales siempre han sido coincidente con lo planteado desde Santiago.
De hecho, luego que se diagnosticara el primera caso en la Región (9 de marzo) y se suspendieran las clases (15 de marzo), comenzaron los primeros llamados de cuarentana, por parte de los alcaldes. Algunos de ellos, con apoyo de sus respectivos Concejos Municipales, decretaron cuarentenas en sus comunas. La voz de las autoridades regionales, sin embargo, jamás dejó de ser coincidente con lo planteado por el ahora ex ministro Mañalich.
Tanto así, que se apoyó el “retorno seguro”, pese a que se seguía llamando a las personas a permanecer en casa. “Las decisiones que hemos adoptado con las autoridades tienen un fin claro. Queremos resguardar la salud de los habitantes de la nuestra región, dijo Sergio Giacaman el 5 de abril, el día en que se inició la cuarentena obligatoria en San Pedro de la Paz y Hualpén, una frase que ha vuelto a repetir, independiente del contexto.