Presidente, Congreso y partidos políticos no logran pasar del 8% de aprobación en cifras que muestra un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UdeC, a raíz de la actual contingencia nacional.
Por Mauricio Luengo
Días complicados atraviesa el país al cumplirse más de un mes de manifestaciones sociales, en un movimiento que parece estar muy lejano a finalizar. Por su parte, el Gobierno y algunos partidos políticos han avanzado en acuerdos que al parecer siguen siendo insuficientes ante las demandas ciudadanas.
La clase política ha sido indicada como principal responsable de la situación que se vive en Chile. Sin estigmatizar en colores políticos, la población ha dejado en evidencia su desaprobación con las autoridades, lo que se refleja en los números que presenta el Estudio de Opinión sobre las Movilizaciones Sociales de octubre-noviembre de 2019, realizado por la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción (UdeC).
La muestra realizada a 401 personas del Gran Concepción expuso preocupantes números. Por ejemplo, el Presidente Sebastián Piñera alcanza solamente un 7,5% de aprobación. Los bajos índices son transversales, ya que instituciones como el Congreso presenta un 3,2% de aprobación. Aún más bajo aparecen los partidos políticos, quienes exhiben solamente un 2,2%.
“La desconexión política es bidireccional, las personas se desconectaron de la política y los políticos del terreno, y en ese sentido, esa relación merece un nuevo proceso, una nueva mirada”, reflexionó la presidenta regional de Evópoli, Victoria Abarzúa. En ese mismo sentido, el presidente regional de la DC, Nicolás Hauri, señaló sobre el estudio que “es un llamado serio de atención a que el rol de la política debe resituarse en ser un verdadero canal de expresión de la ciudadanía y sus demandas, y no de otros tipos de intereses”.
Para el consejero regional UDI, Luis Santibáñez, los números reflejan “un cuestionamiento ético y moral principalmente establecido a las autoridades políticas desde la óptica de las decisiones que toman, y también las remuneraciones que tienen”. Por su parte, Alicia Yáñez, consejera regional del PPD, comentó que “la gente ha hecho un grito a viva voz a la clase política de que no hemos sido capaces de escucharlos y de ir resolviendo sus necesidades, y los grandes problemas que hemos tenido en el país”.
El analista político de la Unab, Felipe Vergara, analizó el estudio expresando que “era algo que se venía acumulando por muchos años. Después del gobierno de (Patricio) Aylwin, la clase política empezó a caer en desgracia y fue incrementando en medida que las autoridades empezaron a mostrar un trasfondo poco profesional”, mientras que la socióloga de la Universidad de Concepción, Violeta Montero, sostuvo que “el último índice del termómetro social mostraba altos números de desconfianza en las instituciones y la clase política. Hay una debilidad en las instituciones y es algo que se debía atender. La clase política debe tomar decisiones con miras a la ciudadanía, con una mayor sensibilidad hacia lo social y a las demandas”.
En otras estadísticas, el 81% de los encuestados considera que el Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución nos son suficientes para terminar con las movilizaciones. Un 93% está de acuerdo con las movilizaciones que se continúan desarrollando en el país. Más del 80% considera que el accionar del gobierno es malo o muy malo. Un 82% cree que Chile necesita una nueva Constitución, donde un 48% es partidario de la Convención Constitucional, mientras que un 33% opta por la Convención Mixta Constitucional. Finalmente, un 78,1% de la muestra señaló no identificarse actualmente con alguna idea política en particular.