Lorena Vera, quien había sido gobernadora de Ñuble, fue designada como delegada.
Por: Ángel Rogel / Marcelo Castro
“Quiero saludar con un gran abrazo a los ñublensinos y ñublensinas que están presentes en un acto histórico como este. Tenía que desarrollarse aquí, y no en Santiago”.
Esas fueron las palabras que la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, pronunció el 19 de agosto en la Casa del Deporte, al inicio de su discurso durante la ceremonia de promulgación de la ley que creó la Región de Ñuble y las provincias de Itata, Diguillín y Punilla.
Ante dos mil 300 personas la Jefa de Estado, explicó “que una vez publicada la ley, comienza el plazo de un año para ir tomando todas las medidas, por ejemplo, designar un delegado (a), para apoyar la instalación de la nueva región, en las tres provincias de Punilla, Itata y Diguillín. Además se debe traspasar personal, y crear los nuevos puestos que dispone la ley”.
La iniciativa llegó a buen puerto pese a las críticas que generó de grupos empresariales (la mesa Mejores Regiones compuesta por Corbiobío, Irade, el Colegio de Arquitectos, Asexma Bío Bío, Cidere, Socabío y la Cámara de la Producción y el Comercio de Concepción), abogados constitucionalistas y parlamentarios como el DC, Marcelo Chávez.
“Es contradictorio crear más regiones y que la regionalización no avance”, dijo Chávez, por ejemplo, en una entrevista con Diario Concepción en marzo.
No obstante, con su aprobación la Región será una realidad el septiembre de 2018.
“Una vez cumplido este primer año, se debe constituir el Consejo Regional (Core), hacer los traspasos de recursos desde el Fondo Nacional de Desarrollo Regional (Fndr), y el próximo gobierno deberá designar al intendente regional y a los tres gobernadores”, explicó la Jefa de Estado el día que se promulgó la ley.