Con la presencia de los tres últimos presidentes bolivianos, Carlos Mesa, Eduardo Rodríguez Velzé y Evo Morales, el país altiplánico presentó sus argumentos en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, con el fin de obtener una salida al océano Pacífico.
Con Morales en el tribunal, los alegatos bolivianos comenzaron apelando a la emotividad y a los presuntos perjuicios generados por la falta de mar. En esta línea, si bien los fundamentos jurídicos escaseaban, guardaban similitudes con los presentados en el caso de la demanda peruana ante la misma corte, consignó La Tercera.
Incluso, los abogados bolivianos, precisamente la jurista francesa Monique Chemillier-Gendrau, durante su exposición aseguró que la Guerra del Pacífico fue una “guerra sangrienta con intenciones depredadoras extremas”.
Asimismo, Chemillier-Gendrau afirmó que Bolivia fue “arrastrada” a una guerra para la cual no estaba preparada. No obstante, la aseveración omite que en 1873, el país altiplánico firmó un pacto secreto con Perú, donde ambos se comprometían a brindar apoyo mutuo en caso de conflictos bélicos.
Una vez finalizada la primera jornada de alegatos por parte de Bolivia, el canciller Roberto Ampuero indicó que, a su parecer, en el relato boliviano “no hubo sorpresas”, además que “representó una situación que a juicio de este canciller es muy distante de lo que en realidad prima entre los dos países”.
La delegación de Bolivia será quienes abran durante dos jornadas los alegatos orales ante el tribunal de la ONU, diligencia que se prolongará hasta el 28 de marzo, para luego de unos meses obtener la respuesta de los magistrados.
Fue en 2013 cuando el Gobierno boliviano solicitó al tribunal de La Haya que “falle y declare que Chile tiene la obligación de negociar de buena fe con Bolivia un acuerdo pronto y efectivo que le otorgue una salida plenamente soberana al océano Pacífico”.