Desde 1990 a 2041 , Chile triplicará su población de tercera edad, indican los datos del informe An Aging World: 2015 (“Un mundo que envejece: 2015”) de la oficina de Censo de Estados Unidos.
Ante el fenómeno, el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la U. Católica (Ceel UC) lanzó la Primera Encuesta de Calidad de Vida Adulto Mayor e Impacto del Pilar Solidario, de la Subsecretaría de Previsión Social, cuyos resultados se presentaron este jueves.
Así, el estudio alerta que, un 47% de los mayores de 60 años en Chile, considera que es menos feliz que cuando era joven. Encima, un 76% admitió que la situación empeora medida que avanza la edad. Asimismo, un 54,8% indicó que, entre más viejo, más inútil se siente.
Una muestra de 2.523 personas de 60 años y más se consideró para el trabajo, donde se incorporaron aspectos como las condiciones de vivienda y entorno, equilibrio en el uso del tiempo, bienestar subjetivo, redes y cohesión social, salud, seguridad, educación y competencias, además de trabajo, ingresos y gastos.
Por otro lado, los resultados resaltaron que, en cuanto a bienestar subjetivo, el 78,3% se declaró satisfecho con la vida. Es más: un 46% dice que su vida tiene condiciones óptimas, mientras que un 62,8% no cambiaría nada de su vida.
El economista y director del Ceel UC, David Bravo, resaltó que el porcentaje de personas de 60 años que se declara satisfecho con su vida (78%) “muestra que pueden tener una visión más optimista, más allá de las condiciones”.
Según el experto, lo anterior tiene que ver con que “están poniendo en la balanza muchas cosas, como la vida familiar, a pesar que tendrían que calificarlo como negativo, porque objetivamente las pensiones no son buenas. Cuando hacen ese juicio, lo hacen con un grado de equilibrio”.
Pese a esa satisfacción general, no desconocen que la vejez “es algo bien objetivo, donde hay mayores necesidades y, tal vez, simplemente, dan una respuesta honesta. No es que estén deprimidos por el tema, es un tema objetivo”, estimó Bravo, junto con recalcar que la respuesta revela las dificultades de salud y económicas que deben atravesar.
La subsecretaria de Previsión Social, Jeannette Jara, indicó que al considerar indicadores más allá del ingreso, se aprecia que los adultos mayores (AM) tienen relaciones familiares satisfactorias, que disponen de un sistema de salud y que perciben la Pensión Básica Solidaria —ambos provistos por el Estado— que les permite hacer frente a sus necesidades básicas.
Lo antedicho “muestra que la red de protección provista por el Estado opera, lo que demuestra esta dimensión es que hay otros elementos que producen satisfacción y que se ponderan con el nivel de ingresos”, dijo Jara.
La arista económica, de acuerdo a los especialistas, es uno de los factores que más influyen en la percepción negativa de la vejez.
Con un ingreso individual promedio de $352.000 y un gasto promedio de $284.000 por persona, la encuesta señaló que la tasa de empleo en AM es de 36,9%. En tanto, un 38,3% participa en el mercado laboral.
Aunque el 10,4% reconoce que su proporción de gastos es mayor que sus ingresos, un 42,9% señala que sus gastos son igual que sus ingresos y un 46,7% responde que sus gastos son menor que sus ingresos.
A la hora de evaluar su situación económica, un 18,2% que es mala o muy mala, un 58,95 que es regular y un 22,7% dice que es buena o muy buena. En otro extremo, respecto de su estado de salud, un 43% lo señaló como buena o muy buena, un 43,3% como regular y un 13,7% como malo o muy malo.
El expresidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontología de Chile, Víctor Hugo Carrasco, destacó que la asociación entre soledad, dependencia y enfermedades son también algunas de las razones que justifican esa falta de positivismo. Recalcó que, además, hoy no existe un estado de bienestar que garantice los derechos de este segmento.
“Las personas mayores generalmente no cuentan con los recursos mínimos para llevar una vida digna respecto de sus necesidades básicas. La pregunta es si efectivamente se puede vivir en buenas condiciones con ese monto, aún asumiendo que los medicamentos y la atención de salud estén cubiertos por el Estado de forma oportuna, cosa bastante cuestionable”, dice Carrasco.
“Se asocia el envejecer con ser menos felices, y la juventud tiene una connotación positiva culturalmente”, señaló Eileen Hughes, socióloga e investigadora del Ceel UC.
La adultez es una de las etapas más difíciles de la vida, dadas las constantes pérdidas y desafíos que se enfrentan en ella, según estableció Daniela Thumala, docente del Departamento de Psicología de la Universidad de Chile y miembro del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (Gero).
“Las personas ya no tienen la salud, la energía, los amigos ni el dinero de antes. Sin embargo, la llamada paradoja de la felicidad o del envejecimiento, explica por qué las personas son capaces de presentar altos niveles de satisfacción a pesar de los problemas de la adultez”, explicó Thumala.
A la vez que los AM enfrentan una serie de dificultades y problemas, desarrollan una capacidad para mantener buenos niveles de satisfacción vital. “Las personas en algún momento aprendemos a vivir con estas dificultades al haber aprendido de la vida”, afirmó la académica.
A modo de ejemplo, Thumala concluyó que “es como ejercitar un músculo para afrontar problemas, lo que en psicología llamamos afrontamiento, el modo en que aprendemos a manejar el estrés con estrategias que vamos entrenando durante la vida”.
Infografía | La Tercera