El llamado es estar atentos a esto, pues cualquier problema ocurrente ahí puede afectar a todo el sistema lacustre y a nosotros mismos.
Javiera Vargas Muñoz
Consejera Regional del Biobío
El cambio climático es el desafío más importante para todas y todos, obligándonos a replantear la planificación territorial estratégica de nuestros territorios. Chile, país altamente vulnerable, cumple con siete de los nueve criterios establecidos por la Convención Marco de Cambio Climático (CMNUCC), generar cambios en distintos niveles e instancias para salvaguardar nuestros recursos naturales, conservando espacios que cumplan funciones vitales para la salud ambiental y la mitigación al cambio climático a través del diseño de ciudades más resilientes, resulta imperante.
Para la co-construcción de ciudades menos vulnerables y más resilientes debemos relevar la importancia de las comunidades en el diseño y funcionamiento de estas, levantadas desde la identidad y sabiduría territorial, incorporando la variable climática como componente, así como la planificación ecológica a los instrumentos de planificación territorial mediante la creación de zonas de conservación, preservación, restauración ecológica en pro de disminuir amenazas, conflictos y desastres, brindando mejor información, mayor compromiso local a los planificadores de la ciudad y garantizar una respuesta directa y clara a las prioridades de la comunidad.
Sampedrinas y sampedrinos son el ejemplo de lucha desde la identidad y compromiso con futuras generaciones por el cuidado del Sistema lacustre Laguna Chica – Laguna Grande y Humedal Los Batros, demostrando que todo pensar y sentir de la comunidad sobre los lugares que co-habitamos con otras especies, son relevantes y deben ser incidentes para el desarrollo de comunas que habiten en armonía con la naturaleza, con justicia social y respeto a las personas.
El sistema, compuesto por la cuenca de la Laguna Chica (4.5 km2); la cuenca de la Laguna Grande (12,7 km2), y el gran humedal Los Batros que conecta este sistema con el río Biobío, han sido altamente amenazados, siendo una de las más emblemáticas la del año 2005, en donde la expansión inmobiliaria casi acaba con más del 70% de la superficie con la avenencia del municipio de turno en donde la defensa aguerrida de la comunidad organizada logró que no se destruyera la totalidad del Humedal.
Continuando tiempos con la petición y promulgación de la Declaración de Santuario de la Naturaleza, pero sólo de la Laguna Grande y el Humedal los Batros, dejando la Laguna Chica sin protección vinculante alguna, por lo que el llamado es estar atentos a esto, pues cualquier problema ocurrente ahí puede afectar a todo el sistema lacustre y a nosotros mismos.