Hace una semana nuestro país fue electo como primera mayoría regional al Consejo de Derechos Humanos, un organismo intergubernamental de las Naciones Unidas encargado de fortalecer la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo, junto con responder a las violaciones de estos y formular recomendaciones donde no se respeten. Es importante mencionar que los derechos humanos son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, que el Estado debe respetar y proteger.
Con 144 votos la Asamblea General de Naciones Unidas nos ha otorgado el honor de trabajar -activamente y desde un lugar destacado- por la promoción y protección de los derechos de las personas, el fomento de la paz, la democracia, el Estado de Derecho y el desarrollo sustentable; todos componentes fundamentales de nuestras políticas públicas y también de nuestra política exterior.
Desde el gobierno del Presidente Gabriel Boric entendemos esta elección no solo como un gran honor que se nos otorga, sino también como una gran responsabilidad con todos y todas quienes esperan que el Estado de Chile esté a la altura de ocupar este asiento mundial.
Y es que con la conmemoración de un nuevo 18-O nuestro liderazgo internacional en esta materia toma más sentido que nunca. No repetir las vulneraciones del pasado es nuestro deber. Estamos activos en la lucha contra la impunidad y en la lucha por no olvidar. Es importante dejar en claro que las víctimas de violaciones a los derechos humanos de todo tiempo cuentan con nosotros. No están solas. La manera de sanar estas heridas es abordar sus distintas aristas con una agenda de trabajo abierta que entregue garantías.
En ese sentido, vale recordar que en agosto pasado se presentó el Plan de Acompañamiento y Cuidado para personas Víctimas de Trauma Ocular (Pacto), como forma de reparación integral para quienes sufrieron estos vejámenes durante el estallido social de octubre de 2019. En septiembre también se dio a conocer el proceso participativo del Plan Nacional de Búsqueda de víctimas de desaparición forzada durante la dictadura, con el apoyo de familiares de detenidas y detenidos desaparecidos.
Un paso más en el camino de justicia y reparación para las víctimas de violencia estatal, porque lo hemos dicho en reiteradas ocasiones: tenemos un compromiso irrestricto con los derechos humanos y este no cesará.
Por consiguiente, a quienes pertenecemos al Gobierno nos toca defender -con el mismo compromiso y desde todos los rincones de nuestro territorio- el derecho a la verdad, justicia y reparación; así como también los derechos de los niños, niñas y adolescentes; de las mujeres, de la comunidad Lgbtiq+ y de los pueblos indígenas, para seguir posicionando a Chile como un gran referente de respeto a los derechos fundamentales ante los ojos del mundo.
Eduardo Vivanco
Seremi de Gobierno.