La nueva constitución deberá potenciar la descentralización al nivel regional e intra-regional. Chile necesita un desarrollo territorial armónico para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
Francisco Gatica
Analista Observatorio Corbiobío y académico UBB
El país se pronunció claramente mediante el voto y debemos respetar su decisión. El poder ejecutivo, con el resto de los partidos políticos, en el contexto del poder legislativo, deberán continuar discutiendo en cómo y dónde mejorar nuestra nueva carta fundamental. No olvidemos que mayoritariamente en el plebiscito de entrada, en el 2020, Chile decidió tener una nueva constitución (78%), acorde a los tiempos que estamos viviendo, e inclusive determinó que el mecanismo era mediante una convención constituyente (79%).
Lo que se rechazó masivamente ayer fue la Propuesta de Constitución, pero la necesidad de tener una nueva carta fundamental sigue intacta…..no debemos perdernos en el camino que se ha recorrido. Los problemas de desigualdad, el cuidado del medioambiente, la paridad de género, la descentralización, la vivienda, los nuevos derechos, entre otros temas, son urgentes y van a continuar estando la agenda pública por mucho tiempo más. Son temas estratégicos, son temas de País.
Entonces ¿qué viene ahora?
Es clave el liderazgo del presidente Gabriel Boric llamando a la unidad del país y marcando la disposición de seguir en el proceso constitucional. Es fundamental que los partidos políticos que plantearon en su momento el “rechazar para reformar” honren su palabra. Es clave contar un comité de expertos constitucionalistas, que ya ha sido convocado por el ejecutivo, para revisar, corregir y mejorar. Y no menos importante es la construcción política alrededor del nuevo documento, donde se debe privilegiar los puntos de encuentro. Ya el presidente Boric ha anticipado el protagonismo del poder legislativo en esta nueva construcción política. No debemos descartar volver a las urnas para sancionar una nueva propuesta 2.0.
En este nuevo escenario veremos también un reordenamiento del escenario político. Hay actores que sacarán un saldo positivo y otros tendrán un balance en contra. La campaña del rechazo y, en menor medida, la del apruebo se hizo alejada de los partidos políticos. Entonces los partidos y sus jerarquías deben repensarse. Estos tuvieron que alejarse para captar la preferencia del elector.
Dos reflexiones adicionales.
Es fundamental el voto obligatorio. Se llegó a una participación del 85,7%, que es histórica en nuestra democracia. Era fundamental conocer la opinión de todas y todos. En especial los tradicionales “apáticos” de la política.
La segunda idea es más bien una convicción. Los regionalistas no debemos retroceder. La nueva constitución deberá potenciar la descentralización al nivel regional e intra-regional. Chile necesita un desarrollo territorial armónico para mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
El bando derrotado tiene la oportunidad de aprender, de corregir errores, de reafirmar sus convicciones y de revisar sus liderazgos. La historia no acabó ayer. El proceso constitucional debe seguir. Es cosa de levantar la cabeza y mirar al largo plazo.