En condiciones de equilibrio, ambas se pueden ver beneficiadas, pero en condición de disbiosis es posible que se puedan perjudicarse entre sí.
Mariel Lobos Farías
Nutricionista Dpto. Ciencias Clínicas y Preclínicas.
Equipo Prosalud del Núcleo científico Tecnológico UCSC
Nuestro cuerpo se encuentra considerablemente habitado por una gran diversidad de microorganismos, los que se ubican en distintos entornos, estableciéndose una interacción simbiótica entre el organismo y estas comunidades de microorganismos denominada microbiota. La denominación específica está determinada por la ubicación, es así como la microbiota del tracto intestinal, se le denomina microbiota intestinal. En este escenario se mantiene entonces, una comunicación dinámica entre las células humanas y microbianas. En condiciones de equilibrio, ambas se pueden ver beneficiadas, pero en condición de disbiosis es posible que se puedan perjudicarse entre sí.
Se ha demostrado que este desequilibrio pudiera presentarse muy fácilmente si se cambia su composición, como por ejemplo producto de malos hábitos alimentarios, debido principalmente a una limitada ingesta de vegetales, estilo de vida sedentario, abuso de alcohol y tabaco, estrés prolongado, cronodisrupción, fármacos de uso crónico como antibióticos, antiinflamatorios u otras condiciones que pueden perjudicar y promover un estado reactivo y proinflamatorio.
En los humanos, toma especial importancia durante todo el ciclo vital, especialmente en los denominados primeros mil días de vida (en la concepción y primeros dos años de vida), por los importantes cambios fisiológicos, físicos y cognitivos. Además, ha demostrado también ser transcendental en condiciones de enfermedad, como en el caso de la enfermedad renal crónica, en donde se ha observado una disbiosis intestinal que podría agravar la misma enfermedad.
El reconocimiento del microbioma y su importante y estrecha relación con la salud y la enfermedad, llevó a un grupo de investigadores de la Universidad de Cork en Irlanda, a crear un instituto y cada año se festeja a nivel mundial el Día del Microbioma, enfatizando la importancia de estos en la consolidación de un futuro sostenible, contribuyendo al mantenimiento de ecosistemas globales saludables, sobre la base de que los microbiomas contribuyen al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
En 2022 el tema central de la conmemoración fue “Microbiomas para la vida”, donde se invitó a compartir ideas, desarrollar y participar en eventos alusivos. Visibilizar esta efeméride cada año, nos permite recordar y valorar nuestro actuar como clínicos y aportar desde cada mirada en beneficio de la salud del microbioma y de la propia vida, contribuyendo además al mantenimiento de ecosistemas globales saludables.