Atendiendo a cifras es que podemos evidenciar que 1.000 millones de personas sufren distintos trastornos mentales.
Macarena Seguel
Alumna de 5to año Derecho UdeC y ayudante del Programa de Estudios Europeos UdeC.
La salud mental es una de las áreas más desconocidas y desatendidas por los gobiernos de distintos lugares del mundo. Atendiendo a cifras es que podemos evidenciar que 1.000 millones de personas sufren distintos trastornos mentales. Tres millones de personas mueren anualmente por el uso excesivo de alcohol, buscando un refugio en un elemento externo que usado en demasía es nocivo para la salud.
Según la OMS una persona se suicida cada 40 segundos.
Hoy en día, sabemos que la pandemia ha afectado a millones de personas de todo el mundo.
A lo largo de los años es poco el incremento ha habido en la aplicación de políticas públicas, y muy pocas personas en todo el mundo tienen acceso a servicios de salud mental de calidad. Si comparamos la realidad internacional, es que podemos recalcar que en los países con un ingreso bajo y medio es que más del 75% de las personas con trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancia no reciben tratamientos para su afección.
El año 2007 es que una serie de expertos publicaron un libro en Open University Press en nombre del Observatorio Europeo de Políticas y Sistemas Sanitarios, denominado Mental Health Policy and Practice across Europe, en donde se expusieron las problemáticas que se enfrentaban en ese entonces en Europa tratándose de la salud mental de los pobladores europeos. Es a partir de esa publicación, más la intervención de una serie de expertos que se visibiliza y crean normas para la aplicación atendiendo a la difusión de lo recabado en virtud del principio de universalidad, calidad, equidad, investigación e innovación con los países europeos.
En la actualidad; La Organización Mundial de la Salud, en colaboración con asociados es que han publicado una serie de recomendaciones sobre salud mental para los trabajadores de la salud, apoyando así la intervención psicosocial.
La presidenta de la federación mundial de la salud mental, la Dra., Ingrid Daniels es que dijo “Durante este tiempo, hemos visto una creciente apertura para hablar de la salud mental en muchos países del mundo. Sin embargo, ahora debemos convertir las palabras en acciones. Necesitamos ver que se hacen esfuerzos concertados para construir sistemas de salud mental que sean apropiados y relevantes para el mundo de hoy y de mañana”.
Sin duda la Unión Europea ha marcado un precedente respecto a las decisiones aceptables en nuestra sociedad respecto a la responsabilidad que tenemos como ciudadanos de reconocer e implementar nuevas políticas con respecto a la salud mental del prójimo.
El día de hoy vemos como esto inspira a las demás regiones e incentiva a la toma de decisiones de los estados con respecto a sus políticas públicas. No esperemos que se haga el cambio. Seamos el cambio.