Opinión

Los retos de la elección de gobernador regional y la descentralización

Podríamos reconocer en la alta abstención electoral, primero el probable desconocimiento del cargo, una legislación en materia de descentralización política, administrativa y fiscal insuficiente y un escaso atractivo electoral lo que impone el desafío de poner en valor el cargo de Gobernador Regional y a los Gobiernos Regionales.

Por: Editorial Diario Concepción 18 de Junio 2021
Fotografía: Diario Concepción

Augusto Parra Ahumada
Presidente Fundación República en Marcha.

Desde la valoración del paso descentralizador que representa la primera elección de Gobernador Regional y felicitando al gobernador electo y deseándole el mayor de los éxitos en su gestión, que es el de la región. Podríamos reconocer en la alta abstención electoral, primero el probable desconocimiento del cargo, una legislación en materia de descentralización política, administrativa y fiscal insuficiente y un escaso atractivo electoral lo que impone el desafío de poner en valor el cargo de Gobernador Regional y a los Gobiernos Regionales.

El reto requiere articulación, colaboración y muchísima humildad, debemos formar capital social para empujar la descentralización desde la academia, los centros de estudio, el parlamento, los constituyentes, la ciudadanía, los gobiernos regionales y los gobiernos. Para abordar las grandes materias pendientes. Por señalar algunas: comenzar por desatar los nudos críticos descritos por la Comisión Asesora Para la Modernización del Estado, en orden a precisar delimitaciones en materia de competencias, establecer mecanismos y una institucionalidad adecuada para la resolución de posibles conflictos, empujar una legislación que defina el patrimonio de los Gobiernos Regionales (Ya que no cuentan con Patrimonio propio, más allá del adquirido con cargo al FNDR y el patrimonio Fiscal expresamente traspasado).

En materia de regionalización y descentralización, para un Chile que vaya al encuentro de la ciudadanía, su reconocimiento e inclusión, desde una provisión de bienes públicos con sentido de justicia territorial , es preciso abordar de cara al proceso constituyente la discusión constitucional pendiente sobre el diseño de una división política administrativa que ofrezca coherencia a proyectos de desarrollo territorial integrales y que desde una logística adecuada permita reforzar la competitividad de los territorios por una parte y por otra adquieran en los factores de población, económicos, su aporte al PIB y territorial una mayor equivalencia que facilite el equilibrio y evite cualquier tipo de discriminación arbitraria; Modificar el artículo tercero de la Constitución para pasar de un Estado Unitario a uno Regional Descentralizado, permitiendo el traspaso de funciones de Poder del Estado; ir avanzando desde el menos del 14% del presupuesto del Estado al más de 30% promedio de la OCDE de gasto descentralizado a través de los órganos sub nacionales, especialmente en los gobiernos regionales que hoy se sitúan por debajo del 8% de la inversión regional, desde una descentralización fiscal integral y gradual que incorpore entre otras herramientas, rentas regionales; Modernizar el sistema de inversión pública, para incorporar objetivos de desarrollo que superen los criterios de rentabilidad social con base en número de beneficiarios; perfeccionar instrumentos de gestión para dotarlos de indicadores y variables que permitan medir el cumplimiento de objetivos de desarrollo y actualizarlos transversalmente hacia los ODS del pacto global 2030 y la revolución científica y tecnológica para que el anhelo descentralizador constituya un factor determinante de un Chile que abrace el desarrollo integral inclusivo y sostenible.

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