Opinión

La elusiva belleza de lo intraducible. Parte 3: “Rzucać grochem o ścianę…?

Una civilización E.T. que capte y envíe señales por el espacio quizás use ciencia y tecnología como la nuestra. Compartir este tipo de información técnica podría ser útil para partir reconociéndonos mutuamente como inteligentes.

Por: Diario Concepción 11 de Marzo 2021
Fotografía: Cedida

Dr. Roger Leiton Thompson
Centro para la Instrumentación Astronómica (CePIA)
Departamento de Astronomía, Universidad de Concepción.

Comunicar implica intercambio, comprensión y dar significado. ¿De qué hablaremos con una civilización extraterrestre? ¿Llegaremos a conocerlos bien? Tal vez ellos tendrían preguntas similares. Una civilización E.T. que capte y envíe señales por el espacio quizás use ciencia y tecnología como la nuestra. Compartir este tipo de información técnica podría ser útil para partir reconociéndonos mutuamente como inteligentes. Pero para entender de verdad a los alienígenas, y viceversa, debemos dar un paso más. ¿Cómo cautivarlos para que quieran saber más de nosotros y mantener una conversación?

Desde hace 40 años que empezamos a enviar mensajes intencionales de ondas de radio a estrellas cercanas. Sin saber cómo un E.T. percibe la realidad, estos mensajes cortos y específicos más bien anuncian nuestra presencia como seres inteligentes pero dicen poco sobre quienes somos. Para que E.T. tenga una idea más completa de nosotros, quizás deberíamos transmitirlo todo: toda la Internet y libros escritos, nuestros errores y aciertos, lo que nos enorgullece y avergüenza, el cómo entonamos la voz, nuestro mapa genético, lo que entendemos por muerte y belleza, pasiones y miedos, videos de gatos, columnas de astronomía, todo, absolutamente toda la diversidad de información que producimos constantemente, y dejar que ellos la procesen en la manera que puedan. Tal vez de ahí emerja algo que les permita descubrirnos en toda nuestra complejidad como especie, haciendo que la comunicación interplanetaria entre civilizaciones sea exitosa. Stephen Hawking sugería no atraer la atención del Cosmos porque podríamos encontrar alienígenas hostiles. Aunque podríamos salir dañados, el contacto con otra especie inteligente del Universo vale el riesgo, no solo al ganar una forma nueva de ver la realidad a través una mente alienígena. En el esfuerzo también podríamos conocernos mejor a nosotros mismos.

Pueden pasar miles de años entre un mensaje y una respuesta. En medio del vasto y oscuro espacio un planeta espera con expectación y agonía una postal cósmica: “¿Serán como imaginamos?¿Cómo lucen?¿Contarán sus secretos?” Si tenemos real intención de entender a otra civilización, tendremos que ser pacientes y tolerantes. Habrá malos entendidos y diferencias culturales que limar, pero esto hará el contacto aún más enriquecedor. Sin esconder nuestros defectos, el mensaje debe ser directo: tenemos conflictos y problemas (guerras, contaminación, enfermedades), pero también esperanza. Somos como uds. pero también diferentes.

Con el tiempo quizás crearemos un dialecto mutuo, compartido y construido a medida que interactuamos, una intimidad cósmica creciendo en el tiempo. No sólo será una conversación sino una relación con otra civilización extraterrestre, para así nunca tener que decir adiós sino, como en quechua (en donde no existe la palabra adiós), tupananchiskama: “hasta que la vida nos vuelva a encontrar” (Esta serie estuvo dedicada a PK, con intraducible afecto.)

Parte 1: https://www.diarioconcepcion.cl/opinion/2021/02/25/la-elusiva-belleza-de-lo-intraducible-parte-1-czuc-do-kogos-miete.html

Parte 2: https://www.diarioconcepcion.cl/opinion/2021/03/04/la-elusiva-belleza-de-lo-intraducible-parte-2-wykombinowac.html

Etiquetas