Opinión

El desafío de ser mujer y emprendedora

En Chile, las mujeres destinan en promedio seis horas diarias al cuidado de la familia y del hogar, y los hombres menos de la mitad.

Por: Editorial Diario Concepción 16 de Junio 2020
Fotografía: Paula Cifuentes

Paula Cifuentes
Directora Ejecutiva
Kalibra Partners- Empoderadas

Poner en práctica una idea y transformarla en un negocio depende de la capacidad y factores de cada persona. Para las mujeres chilenas, sobre todo las microempresarias, ser emprendedora es sinónimo de independencia económica, desarrollo personal y un espacio donde compatibilizar el trabajo y la familia.

Ser nuestra propia jefa es un gran desafío. Asumirlo tiene una parte que nadie te cuenta, no es solo el sueño idílico de  tomar  café conectada a tu computador. Involucra ser la gerente general, de ventas, marketing, abastecimiento, recursos humanos, entre otros. También estar atenta a todos los detalles, buscar financiamiento y definir cuáles son las líneas de negocios que queremos explotar.

Mientras la sociedad avanza progresivamente en temas de equidad de género, el emprendimiento femenino ha tenido un importante crecimiento en nuestro país. Según datos entregados por el reporte Global Entrepreneurship Monitor (Gem) Mujeres y Actividad Emprendedora en Chile, estas aumentaron de un 10% a un 48% en 2016-2017 y la tasa de emprendimiento en etapas iniciales pasó desde un 8% a un 22%. Por su parte, el emprendimiento por necesidad aumentó de 2% a un 8%.

De acuerdo a una investigación de la ONU, sobre principios de empoderamiento femenino, existe una correlación positiva entre la actividad empresarial y el crecimiento PIB.Se ha comprobado que las mujeres a cargo de una empresa o directorio pueden ser más rentables que sus pares hombres y, por lo mismo, tienden a desarrollar mejores esquemas de responsabilidad social corporativa.

En un intento de superar los obstáculos que limitan el desarrollo empresarial de las mujeres, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) propuso el Modelo de Intervención para el Desarrollo Emprendedor de las Mujeres, que busca empoderar económicamente a las mujeres y el crecimiento de sus empresas.

El emprendimiento no discrimina, pero los roles de género sí. Ya sea ser jefa de familia o tener pareja implica labores extra en el hogar, coordinación de las tareas del hogar, de los hijos. Por qué sin duda, la corresponsabilidad parental es un concepto que debemos insertar en el discurso y en la acción.

En Chile, las mujeres destinan en promedio seis horas diarias al cuidado de la familia y del hogar, y los hombres menos de la mitad, tendencia que se mantiene cuando ellas trabajan además remuneradamente y ellos no.

El desafío de ser nuestra propia jefa significa contar con un equipo de trabajo, con partners que acompañen no sólo en el ámbito laboral, también en el familiar y social. Transformar la equidad de género en un equilibrio conjunto, donde hombres y mujeres tienen cabida para poder “nivelar la cancha”.

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