Opinión

Modernización del Estado

Lo triste es que todos estamos dispuestos a modernizar. Salvo unos pocos.

Por: Diario Concepción 15 de Diciembre 2019
Fotografía: Jorge Condeza Neuber

Jorge Condeza Neuber
Ing Comercial

De por sí el título es fantástico. Su simple mención nos asegura que algo va a ocurrir.

Pero por años nos han vendido la idea, campaña tras campaña, de que alguien cumplirá la promesa y la convertirá en asuntos reales y cambios estructurales que sienten las bases de algo.

Y así ha sido en las últimas 4 elecciones. Nos tragamos el anzuelo y no ha pasado absolutamente nada.

Es que modernizar el aparato estatal podría leerse como un ataque frontal a la corrupción. Y en parte eso es.

Hacer el Estado más eficiente implica despedir a miles de operadores políticos; a los amigos flojos y a los parientes tontos que alguien logró enchufar.

Tener mejor Estado puede implicar que la alta dirección pública realmente funcione, y no como ahora en que le preguntan al jefe con quién se quiere quedar y en cada cambio de gobierno la mitad se va para la casa con suculenta indemnización.

Modernizar implica comprar mejor, pero ahí varios quedarán fuera, sobre todo los que ganan con trato directo o coludiéndose con la competencia en un reparto mañoso de las obras por todo el país.

Ser eficientes puede significar dar cuenta de cómo se gastaron e invirtieron los recursos, algo así como control de gestión, pero que desnudaría el pésimo manejo financiero del Estado.

Mejorar puede tener como fórmula eliminar 5 o 6 ministerios que no aportan nada y que podrían ser básicamente subsecretarias.

Subir de nivel puede implicar control de verdad, con herramientas modernas y con exigencias mayores. Con un control férreo de concejales y cores. Pero nadie quiere enemistarse con alcaldes e intendentes que siempre tienen fórmulas de hacer favores. De cualquier tipo.

Modernizar es abrir el presupuesto de la Nación y hacerlo absolutamente transparente y comprensible. Casi nadie quiere.

Y tener sistemas de recaudación de impuestos distintos; formas de aplicar justicia; protocolos para hacer buenas leyes y municipios activos y al servicio de la gente.

Tanto que se puede hacer. Tanto que debe hacerse.

De verdad agota saber que vamos en 75.000 millones de dólares de presupuesto público y aún somos incapaces de entregar asuntos mínimos a nuestra gente y todo porque nuestra organización estatal es vieja, mal diseñada y pésimamente mal administrada.

Y lo triste es que todos estamos dispuestos a modernizar. Salvo unos pocos.

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