Opinión

Modificaciones al Plan Regulador

Por: Diario Concepción 05 de Octubre 2019
Fotografía: Marcelo Manzano García

Marcelo Manzano García
Gerente General Inmobiliaria e Inversiones Paumar Ltda e integrante Comité Inmobiliario CChC Concepción.

En el ánimo de enriquecer la discusión, deben comprenderse algunos conceptos en torno a los cambios al Plan Regulador Comunal (PRC) de Concepción. Lo primero, desde nuestra experiencia técnica desarrollando proyectos habitacionales, es que resulta de toda lógica que las ciudades con territorios acotados crezcan por medio de la densificación.

De hecho, es la forma más eficiente ya que permite optimizar el acceso a todos los servicios y recursos que requieren los habitantes de una comunidad. Sumémosle que nuestra capital regional tiene poca capacidad de crecimiento por expansión en su zona centro, por ende es un error “demonizar” la densificación. Hablemos de densificación “armónica”.

Entendamos también que altura y densificación son cosas distintas. En el caso de la altura, es lógico y sano acordar estándares, pero: ¿cómo hacerlo?, ¿con qué argumentos? Ojo, que nuestra realidad no es comparable a la de Santiago.

También se habla mucho del tamaño de las viviendas, deslegitimizando la realidad en cuanto a la conformación de las nuevas familias y formas de habitar de las nuevas generaciones. La oferta satisface necesidades de los interesados, y hoy más gente apunta a vivir en departamentos de uno y dos dormitorios. Y sorpresa, ¡se venden! Porque las personas los requieren, y además valoran vivir donde se concentran los servicios, una zona por lo demás muy bien evaluada actualmente en los indicadores de calidad de vida y que requiere renovación.

He leído mucha conceptualización en torno al debate, pero falta tomarle el peso a las externalidades negativas de la propuesta. Regular sin escuchar a quienes están del otro lado de la mesa no puede ser sano, es cortoplacista. Un ejemplo simple: con menos altura y la misma o menos densidad, las viviendas serán más caras. Algo obvio pues los terrenos valdrán lo mismo y ese valor se dividirá en menos viviendas. Esto, a menos que los vecinos quieran bajar el valor de sus terrenos con la consiguiente pérdida de plusvalía, lo que sería muy extraño.

En el caso del centro, si la medida es extrema se traerá menos gente a vivir a este sector. Vamos a segregar al revés, invitando a vivir a esta área sólo a quienes tienen más recursos (viviendas más caras). Hoy, este atractivo lugar de la ciudad sigue con la deuda de revitalizarse de noche y esto no va a ayudar.

Es claro que todos hemos cometido errores, privados y públicos. Ciertamente no se puede desconocer la voz de la gente, creo que podemos hacer mejor las cosas. Sin embargo, si bien como gestores se nos ha abierto una puerta para opinar, al final avanzamos cada uno por carriles paralelos, siendo que somos nosotros la base de la aplicabilidad conceptual de todo esto. Debemos hacernos parte de una propuesta colaborativa conjunta.

Esta es una conversación que enriquecerá a la ciudad, pero debe conducirse muy bien, acorde su desarrollo. La ciudad es dinámica, no podemos tener PRC que cambien cada 15 años. Hoy, lamentablemente, la carta Gantt está planteada al revés.

Etiquetas