Opinión

El aporte de la Universidad de Concepción

Por: Diario Concepción 05 de Octubre 2019
Fotografía: UdeC

Este mes de octubre se conmemora un nuevo aniversario de la ciudad de Concepción, fundado aquél 5 de octubre de 1550. Sin dudas nuestra ciudad ha sido motor importante en la historia nacional, por ejemplo, desde la etapa de la conquista con la constitución de la Real Audiencia, antecedente de la actual Corte de Apelaciones de Concepción. Fue aquí donde se firmó la primera Declaración de la Independencia de Chile, escenario clave en la emancipación nacional también se cuenta el aporte de la comunidad penquista en materia económica, social y educacional al país.

Este último punto sería trascendental porque su mayor aporte en la materia se concretaría con la fundación de la Universidad de Concepción. Esta institución marcaría un antes y después en la historia universitaria de Chile, en momentos en que imperaba el centralismo en la naciente educación superior en el país. Cabe recordar que en 1842 se crearía la Universidad de Chile y en 1888 la Pontificia Universidad Católica, casas de estudios ubicadas en la capital, por lo que los estudiantes de latitudes extremas debían emigrar a Santiago, tomando en cuenta todas las complejidades propias de esta etapa decimonónica. En especial quienes provenían del sur, incluido Concepción.

A esas alturas Concepción merecía una universidad. Había recuperado su economía, tras la revolución de 1851, aumentando además su población, por lo que ya a finales del siglo XIX se iniciaron gestiones para la consecución de una casa de estudios que pudiera satisfacer la demanda estudiantil de la zona sur. No entraré en detalles sobre la fundación, aunque sólo quiero destacar primero que la Universidad de Concepción tiene la particularidad de ser una de las primeras casas de estudios en América Latina en aplicar el concepto de “ciudad universitaria”. Es decir que en un campus se encuentren las facultades, rompiendo de esta manera el modelo arquitectónico de campus centralizado o disperso en la ciudad que imperaba en Chile hasta ese entonces.

Deseo además resaltar el aporte femenino en la creación de la Universidad de Concepción, pues si bien en las actas de fundación sólo hay hombres, un número considerable de vecinas de la ciudad de una u otra manera ayudaron a sentar las bases de lo que vemos hoy en la casa de estudios. Ellas aportaron desde el ámbito académico, investigación, así como también en extensión desde los primeros años de funcionamiento. Por último, quiero reafirmar la necesidad de redescubrir la historia de la Universidad de Concepción, sin distinciones.

Francisco Darmendrail

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