Opinión

Discriminación laboral por edad

Por: Diario Concepción 18 de Noviembre 2018
Fotografía: Diario Concepción

Renato Segura
CER Regional

“No le quite años a su vida. Póngale vida a los años que es mejor.” La letra pertenece a una antigua canción de un conocido cantautor guatemalteco, tan antigua como la discriminación laboral que enfrenta la gente adulta por el solo hecho de cumplir años.

La Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo de los Estados Unidos, entidad gubernamental responsable de hacer cumplir las leyes federales sobre discriminación laboral, define la discriminación por edad en el empleo como “el acto de tratar a una persona (empleado o solicitante de empleo) de manera menos favorable por su edad”.

Si bien la legislación chilena ha avanzado en proteger los derechos de las personas frente a actos discriminatorios, la variable edad es un tema poco desarrollado en la legislación como en el colectivo social. Un ejemplo de ello, corresponde a la descalificación por la edad de los candidatos a la presidencia, que suelen realizar sectores opositores con la complicidad que otorga el silencio de la sociedad.

El Censo 2017 publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas INE, da cuenta que la esperanza de vida de los chilenos aumento a los 80 años de edad; el 16,2% de la población tiene más de 60 años y se proyecta que en 20 años más uno de cada cuatro chilenos tendrá 60 años o más.

Frente a una sociedad que está envejeciendo, con un Estado que ha considerado el aumento de la edad de jubilación, resulta paradójico que se mantenga el paradigma de utilizar la edad como variable de selección, contratación y gestión de personal.

Aun cuando la ley y los organismos reguladores, como la Dirección del Trabajo, reconocen la edad como un potencial factor de discriminación, los medios de pruebas aceptados para que se reconozca jurídicamente dicha realidad, son una barrera que impiden perfeccionar los procedimientos de control para el cumplimiento de la ley. A lo anterior se suma que, el contrato social implícito, tampoco es claro al momento de rechazar la discriminación laboral por edad.

Mientras la poca empatía que genera el tema, más de la mitad de la fuerza laboral en Chile sufre algún tipo de manifestación de discriminación por edad. La calidad de vida de muchos chilenos y chilenas activos laboralmente, que superan los 50 años, hoy ven afectada su calidad de vida por la dificultad en encontrar o migrar a empleos de mejor calidad.

Como parte del proceso de avanzar hacia el desarrollo, la sociedad chilena que enfrenta o enfrentará la discriminación laboral por edad, debe trabajar en buscar mecanismos efectivos para enfrentar esta incómoda realidad. Se requiere de la legislación herramientas para prevenir la ocurrencia de este tipo de discriminación, además de fortalecer y capacitar a la Dirección del Trabajo para el uso adecuado de dichas herramientas y de capacidades para utilizarlas.

En el mundo, las personas ya han comenzado a dar señales recurriendo a la justicia para quitarle años a su vida. Al menos ocurrió con Emile Ratelband, holandés de 69 años que, sintiéndose discriminado debido a su edad ante posibilidades de empleo, inició una batalla legal para poder quitarse 20 años de su edad natural. “Vivimos en una época en la que puedes cambiar tu nombre y tu género. ¿Por qué no puedo decidir mi edad?”, fue su argumento principal.

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