Rodrigo Martínez Fernández
Ex Presidente Comité Desarrollo
Productivo Regional
Ya en abril del 2017 el BID, mandatado por la Corfo, daba a conocer los resultados de una primera evaluación temprana realizada a las experiencias pilotos de descentralización del fomento productivo, a través de la creación y gestión de los Comités de Desarrollo Productivo Regionales. Dicho estudio ya reconocía, además de las fortalezas y debilidades propias de este tipo de procesos, que los tres Comités pilotos en el país constituían una herramienta relevante con tres elementos diferenciadores a considerar y que están en la base de la ecuación virtuosa de la descentralización: la primera, que su Consejo Directivo (institucionalidad) estaba compuesto mayoritariamente por entidades y representantes regionales, asegurando así que las decisiones se adoptan en las regiones; la segunda, que disponía de presupuesto propio (financiamiento), así como también personal calificado y recursos operativos; y la tercera, que la integración de los instrumentos de Corfo y Sercotec con los de Innova Bío Bío en un Comité Regional permitían sustituir una parte importantes de la operación de estas instituciones en las región (atribuciones).
Al respecto, debemos recordar que el piloto de descentralización del Bío Bío, en poco más de dos años, desde fines de diciembre del 2015 a diciembre de 2017, logró levantar financiamiento para más de 1.800 proyectos, beneficiando a casi once mil emprendedores e innovadores. Cumpliendo así la importante labor de destinar recursos por más de 22 mil 700 millones de pesos. Lo que junto a un Consejo Directivo pluralista, con representantes del mundo público, privado y académico, determinaron la designación de estos recursos “en y para” la región, lo que significó un aumento del 400% de la capacidad de decisión de fondos aprobados de forma descentralizada.
Por ello, el BID ya en el año 2017 recomendaba también no sólo continuar la experiencia de los Comités, sino que, además, completar la definición del modelo de agenciamiento para su consolidación y escalamiento. Todo ello, por cierto, con las correcciones y mejoras respectivas a las carencias encontradas en su implementación. Precisamente, este camino es el que se espera tenga continuidad y así se mantenga la activa participación de las fuerzas académicas, privadas y del emprendimiento e innovación en esta hoja de ruta para el mediano y largo plazo; constituyéndose así en una primera plataforma sectorial descentralizada con la cual podría contar el futuro Gobernador Regional y la nueva División de Fomento Productivo del Gore.
Por ello, a dos meses de iniciada la nueva administración, comienza a preocupar en algunos actores del ecosistema regional que el Consejo Directivo no haya sido renovado en sus integrantes y, por ende, no haya vuelto a sesionar en ninguna ocasión.
La consecuencia de esto es que no se ha aprobado ningún proyecto desde el 11 de marzo del año en curso, lo cual junto con las postergaciones de algunas convocatorias significará evidentemente un atraso y empozamiento de los recursos en las arcas fiscales y un retraso en la disponibilidad para los emprendedores e innovadores de la región. Por ello, es importante que se retome el impulso y sobre todo, la proyección que el BID reconocía como relevante para seguir avanzando en el proceso de descentralización del fomento y la innovación en el país.