Opinión

Defender el Estado

Por: Diario Concepción 20 de Abril 2018
Fotografía: Diario Concepción

Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

El caso Karadima&Barros tiene de todo: delitos reiterados, ocultamiento, protección institucional, héroes, investigadores, medios de comunicación protegiendo a los culpables y un sistema judicial inoperante. Si llegara a la pantalla grande posiblemente ocurriría algo similar a cuando se proyectó Spotligh, cinta que mostraba el caso de abuso sexual de obispos en EE.UU. y como los periodistas  del Boston Globe, a pesar de todo, lograron ponerlo en primera plana. Acá en Concepción la cinta fue proyectada una o dos semanas, incluyendo la sala más cara, esa donde va poca gente por el aforo y por el precio. Quizás fue solo una coincidencia. ¿O no?

Es que al parecer trancar las campañas por el uso del preservativo para contener el VIH y los embarazos no deseados, limitar el uso de la píldora del día después, el aborto 3 causales, las restricciones a la educación sexual temprana, y lograr que una larga lista de políticas públicas se convierta en letra muerta, tienen como denominador común a un pequeño grupo de iluminados que trata de imponer sus creencias.

Su acción e intromisión incluye ocupar cargos públicos de relevancia donde las irregularidades, las faltas, el abandono de deberes e incluso los delitos están justificados con el fin de imponer visiones de mundo que nada tienen que ver con la función pública para la cual han sido contratados.

Y son fáciles de reconocer, por un lado, condenan el abuso de menores para que quede en los registros públicos, pero en la interna ayudan a que estos asuntos complejos sean tapados y taponeados para defender a delincuentes e instituciones enfermas.

Y son los mismos que justifican los abusos empresariales, los carteles y colusiones, negándose a aumentar las penas y evitar que los culpables sean castigados y las empresas condenadas so pretexto de no ver afectado el empleo y el crecimiento económico.

Y para que decir como defienden el nepotismo, el financiamiento irregular de la política, las falsas asesorías o las boletas truchas, pero imploran que hasta la más mínima falta de otros sea penada con cárcel. Porque pecar es un asunto absoluto cuando lo comete el resto, ya que para ellos golpearse el pecho y asistir a misa diaria es suficiente para salvar al mundo y de paso a los suyos, es decir parientes y amigos.

Lamentablemente nos hemos acostumbrado a las acciones de estos falsos grupos conservadores cuyo objetivo huele más a beneficio económico enmascarado en asuntos fe, pero cuya acción finalmente ocasiona daño a personas y a muchas instituciones del Estado que ven  limitado su accionar por el pensamiento y acción de estas sectas corruptas que están a punto de convertirse en un poder superior a las leyes. ¿O ya lo lograron?

 

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