Uno de los principales símbolos patrios que representan a una nación es la bandera, que acompañada de otros como el escudo y el himno nacional, vienen a reforzar la identidad de un país, cuyos habitantes al mirarlos o escucharlo se sienten por este sólo hecho identificado con su lugar de origen.
Para el caso americano tuvo gran influencia en la construcción de estos símbolos patrios, la Revolución Francesa con sus ideales de libertad, igualdad y fraternidad, representados en los colores de la bandera de Francia, cuyos conceptos nacidos en la ilustración, representan el anhelo de las nuevas generaciones, todas obras de la Revolución Francesa.
La bandera tricolor de Francia, al igual que la escarapela tricolor que se colocaba en el sombrero o en el pecho, y otros conceptos como es la banda tricolor o bicolor que acompañaron también a estos símbolos como el gorro frigio, con punta curvada, que tiene su origen en la región de Frigia (Turquía) y que los romanos llamaban Pileus y era usado por los Libertos.
Otros elementos lo constituyen imágenes masónicas más significativas, como la escuadra y el compás, el triángulo o el ojo que todo lo ve, que lo observamos sobre una pirámide dibujado en el billete de un dólar de los Estados Unidos.
La mayoría de los países americanos, en los cuales su independencia tuvo vinculada con los ideales masónicas de la Revolución Francesa, adoptaron en sus símbolos patrios elementos como los colores, la estrella flamígera de cinco puntas, el gorro frigio que observamos en el escudo nacional de Argentina.
La necesidad de una identidad heráldica, que representara a las nuevas naciones americanas, con el fin de colocar en la papelería oficial un timbre y en asta de los pórticos, una bandera que distinguiera al país, motivaron la creación de dichos símbolos.
Para el caso chileno, la existencia de estos símbolos se remonta a la época de la independencia, ya que con anterioridad a ello, tan sólo se usaban los colores de la corona española.
Chile tuvo varios escudos antes del actual, diseñado por el artista inglés don Carlos Wood Taylor, oficializado el 26 de junio de 1834 por el Gobierno de Joaquín Prieto. Según el concepto heráldico, el escudo de Chile se divide en dos esmaltes o colores, arriba un azul turquí y en la parte inferior, un rojo púrpura, que representan la naturaleza y el carácter de sus habitantes, al centro una estrella de plata de cinco puntas, todo sobre una panoplia española franqueada por un cóndor coronado que representa la fuerza y un huemul coronado que simboliza la razón. Sobre el escudo un penacho tricolor, que antiguamente decoraba el sombrero de los presidentes. Para concluir bajo los soportes del escudo, hay una cinta cuya divisa dice “Por la razón o la fuerza”.
Por su parte la bandera nacional o de la estrella solitaria, reemplazó a las de la Patria Vieja cuyos colores era azul, blanco y amarillo, bordado según la tradición por doña Javiera Carrera e izada por primera vez el 4 de julio de 1812. Le siguió a esta la bandera llamada de la “transición” cuyo diseño se le atribuye al coronel argentino Juan Gregorio de las Heras, dicho emblema estaba constituido por tres franjas horizontales con los colores blanco, azul y rojo, fue adoptada el 25 de mayo de 1817.
Nuestra bandera actualmente en uso, habría sido izada por primera vez el 16 de julio de 1817. No existe claridad al momento de atribuir su confección, pero entre los responsables estarían José Ignacio Zenteno, ministro de Guerra de O’Higgins, el español Antonio Arcos, Gregorio de Andía y Varela, al cual se atribuye el dibujo, y en la confección la disputa estaría entre Dolores Prats Urizar y las penquistas hermanas Pineda.
Las proporciones de nuestra bandera son parte superior e inferior iguales, alto 2, ancho 3, parte azul un tercio, parte blanca 2 tercios.
Hoy, una calle de Concepción con el nombre de Bandera hace honor a nuestro símbolo patrio.
Alejandro Mihovilovich Gratz
Profesor de Historia y Geografía
Investigador del Archivo Histórico de Concepción