Opinión

La hora del I+D

Por: Diario Concepción 16 de Diciembre 2017
Fotografía: Diario Concepción

Por: Jorge Porter Taschkewitz
Ingeniero Comercial UdeC

Somos muchos los que hemos insistido que los recursos destinados en Chile para Inversión y Desarrollo (I + D) son muy bajos.  Siempre se menciona los porcentajes del PIB que se destina a I+ D, en el caso de Chile es un 0,39% del PIB, el promedio de los países de la Ocde es 2,5%, el de Corea es un 4,3% y el de China sólo un 2,1% y pareciera que no es mucha la diferencia.

Pero, si esos porcentajes los llevamos a cifras duras anuales se traducen para Chile Mill US$ 1.000, para el promedio de la Ocde Mill US$ 35.000, para Corea Mill US$ 63.000 (casi todo el presupuesto anual del sector público chileno) y para China Mill US$ 235.000 (casi todo el PIB anual de Chile).

¿Se entiende ahora la real diferencia de inversión en I + D?

En un mundo en que la tecnología, la digitalización, la robótica y la innovación son el futuro, sólo podemos ver como cada año los países desarrollados y China se nos alejan más y más, y nuestra élite gobernante no reacciona para enfrentar integralmente este serio problema que no comenzamos a resolver.

Lo mismo sucede con los investigadores por cada 1.000 trabajadores, en Chile hay 1, el promedio de la Ocde 7,96 y en Israel 17,38.

Las fuentes de financiamiento de I+D en Chile, según la 6ª. Encuesta sobre I+D 2015 del Ministerio de Economía son: el Estado 43%, las empresas 33%, Educación Superior 11% y otros 14%. La Región Metropolitana se lleva el 71,4% del total del presupuesto para I + D, llevándose el 93,1% de la inversión estatal y el 80,3% de la inversión de las empresas.

Ya los tengo aburridos con tantas cifras, pero acéptenme sólo otra, las donaciones de contribuyentes de primera categoría y global complementario a Universidades según el Sies 2016 fueron Mill $ 39.737 (Mill US$ 61), de 57 Universidades sólo 7 (12%) reciben el 90% de ese total, y de las cuales el 83% es recibido en la Región Metropolitana.

Todo para decir que la Cámara de Diputados apoyado por la Ocde realiza un programa Evaluación de la Ley.  En estos días se revisa la eficiencia del artículo 69 de la Ley 18.681, ley miscelánea que se refiere a las donaciones a Universidades e Institutos Profesionales para apoyar sus funciones de docencia, investigación y extensión, a las franquicias tributarias que reciben los contribuyentes que donan y disposiciones relacionadas.

Para evaluar esta ley se ha citado a personas e instituciones relacionadas para aportar y sugerir con su experiencia y conocimiento.

Lo primero, es que los legisladores reconozcan que no pueden seguir legislando como si Chile fuera un punto en vez de un país de más de 4.000 Km con una diversidad importante.  Se debe reconocer el elevado nivel de concentración que muestran las cifras de Inversión en I + D y las cifras de donaciones y se debe incentivar la inversión en regiones aumentando el porcentaje de la franquicia tributaria y subiendo los topes, por ejemplo. Por último, tender a eliminar el “red tape” o excesiva burocracia, se debe revisar la variada legislación y normativa sobre donaciones que sólo confunde en un entorno muy poco informado.

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