Opinión

Votos insuficientes

Por: Diario Concepción 08 de Julio 2017
Fotografía: Diario Condeza

Por: Jorge Condeza Neuber
@jorgecondezan

Hay una insistencia en ciertos grupos políticos de pintar Chile como una postal llena de problemas. No soportan evidencia numérica y tampoco física, asunto que nosotros los más viejos logramos claramente reconocer, caminando por nuestras calles o recorriendo el país.

Siguen existiendo problemas en seguridad, salud y educación, asuntos que lamentablemente no han sido solucionados correctamente aún, porque no son de rápida solución y porque los últimos gobiernos han debido enfrentar temas de corrupción que han agotado la agenda y han generado una percepción de ingobernabilidad algo mayor.

Quiero mezclar dos informes que para mí son decidores: En salud, según el IDH somos el país de América con mayor esperanza de vida al nacer, y uno de los más altos del orbe y justamente este es un buen indicador de cómo es un sistema de salud en general. Las atenciones siguen siendo lentas, faltan especialistas y en situaciones de crisis el sistema no da abasto, pero comparativamente los resultados avalan un avance. En educación (donde ya gastamos 20% del presupuesto) el informe, muestra que nuestro nivel educacional medio es bajo, pero la esperanza de años de escolaridad de los actuales estudiantes está en el nivel de los países desarrollados.

El informe Desiguales del Pnud, lectura obligada por estos días, muestra el Gini en un nivel muy alto, vergonzosamente alto, pero hay otros índices relevantes que indican avances: pobreza en términos de ingresos, el año 90 era de 68% y el 2015 de 11,7%. El Índice Palma y el de Razón de Quintiles han caído y muchos datos muestran avances innegables, a pesar de esa percepción de que la desigualdad aumenta.

El que existan 1,2 millones de personas en la educación superior, donde hace 20 años había solo 200.000, pronostica mejorías en los sueldos, más actividad económica y que la productividad será muy superior a la actual, asociada a solo 9,9 años de escolaridad de nuestra fuerza laboral.

La gente no es tonta, y suma razones para no votar por movimientos supuestamente tan conectados con la sociedad, que solo se autodestruyen al hablar de cambiarlo todo, de expropiaciones y de retornar a políticas trasnochadas sobre la base de inspiraciones personales que ellos asumen como colectivas.

No hay que romperlo todo para seguir avanzando. Hay que efectivamente dar la lucha contra la desigualdad, la económica y la de trato, esa que sufre el 41% de la población, por clase social, por género, por vestimenta o lugar donde se vive, como da cuenta este informe del Pnud. Y la tarea del próximo Gobierno sea cual sea, es concentrase en los abusos y en el acceso parejo a los mismos derechos.
Comparativamente ya hemos avanzado y mucho más que el resto, faltan los últimos esfuerzos.

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