Al parecer, es una historia que, por lo visto, podría tener otro fin. Sin duda, todo el Biobío espera que sea un desenlace positivo.
Dos hechos de relevancia en la historia de la crisis de Huachipato se vivieron ayer en la zona. El primero, la publicación en el Diario Oficial de la decisión de la Comisión Antidistorsiones de recomendar un 15% en promedio de sobretasa al acero chino. Lo segundo, fue la visita del ministro de Economía, Nicolás Grau, para establecer diálogo, principalmente, con trabajadores de la usina, quienes preocupados se manifestaron durante la mañana en el centro de Concepción. Hay varias conclusiones respecto de la visita del Secretario de Estado a la zona. Lo primero es que sí existe inquietud en el Gobierno respecto del anunciado cierre de la siderúrgica, lo cual ha sido foco de la agenda mediática del Biobío durante los últimos días.
Lo segundo es que, por los dichos de Grau una solución como aumentar el porcentaje de salvaguardia escaparía a la acción del mismo Ejecutivo, dado que dicho porcentaje fue decidido por un órgano técnico, el cual no mide consecuencias del cierre de Huachipato, como despidos de trabajadores y subcontratistas, sino que se basa en cuánto impacta la competencia desleal por parte del acero chino.
“Los invitamos a no pensar que este es solo un problema de voluntad. Hay una cierta institucionalidad y todos -la empresa, el Gobierno, los trabajadores- debemos poner nuestra mejor parte para tener para tener una solución distinta”, dijo el ministro Grau a los trabajadores que protestaban en el centro de Concepción.
Frente a la solicitud de una “respuesta concreta a la Región“, el jefe de la cartera económica complementó que “existe un procedimiento en esto. Las empresas tienen toda la información que requieren. Lo que no puedo hacer es decir cuál es nuestra postura donde ni siquiera existen antecedentes”, respecto a una eventual apelación de Huachipato a la Comisión Antidistorsiones.
Justamente, se espera que el Grupo CAP apele a lo oficializado, en relación con el porcentaje e insista en un 25%, y haya luz verde.
“Por lo menos hay una luz de esperanza, de que se puede, a lo mejor, revertir esto”, dijeron dirigentes de trabajadores de la usina, al momento de culminar la reunión con el ministro Grau.
Al parecer, es una historia que, por lo visto, podría tener otro fin. Sin duda, todo el Biobío espera que sea un desenlace positivo.