Parecerá nuevamente que desde regiones nos quejamos por centralismo. Pero, si no se trata de una decisión centralista, ¿Qué es?
Más allá de la decisión tomada y el tenor de la misma, sea política, económica o social, nuevamente se repite un patrón en la crisis de la siderúrgica de Huachipato: la resolución sobre su cierre se adopta en Santiago y todos los actores que tienen poder para resolver están en la RM.
Estos son los hechos: Huachipato, parte del Grupo CAP, desde fines de los noventa que solicita salvaguardias al acero chino, alegando competencia desleal. Lo cual, argumentan, mantiene en crisis a la usina. Esta demanda la presenta nuevamente a fines del año pasado ante la Comisión Antidistorsiones, formada por representantes del Ministerio de Economía, con asiento en Santiago. La citada instancia resuelve en la Región Metropolitana recomendar sobretasas arancelarias al producto proveniente de la industria china, 15%. Esto es calificado como insuficiente por la empresa y, finalmente, el Grupo CAP, también con domicilio en Santiago, decide el cierre de operaciones ante el escenario futuro.
Esta resolución afecta a la siderúrgica que se ubica en Biobío y a los empleos directos e indirectos que genera, que se han cifrado en más de 20 mil. Es decir, se trata de una decisión que se adopta en Santiago y cuyos principales afectados están a más de 500 kilómetros.
Ariel Yévenes, economista del Observatorio Corbiobío y académico la Universidad de Concepción, sostuvo que “se generó una estructura de gobiernos regionales que apunte a una mayor descentralización, pero resulta que esa descentralización todavía es tutelada y todavía tenemos una gran cantidad de decisiones que se siguen tomando en el centro”.
“El daño para nosotros sólo en sueldos de los trabajadores directos de Huachipato y de aquellos que son contratistas permanentes es de $70 millones de dólares al año en la economía local, sólo respecto de casi 4 mil de las 22 mil personas que están en la zona vinculadas a esta cadena productiva”, dijo el Gobernador del Biobío, Rodrigo Díaz.
“La historia acá parecerá ser que nos condena el hecho de estar a más de 500 kilómetros de donde se toman las grandes decisiones que es Santiago”, dijo el alcalde penquista, Álvaro Ortiz.
Parecerá nuevamente que desde regiones nos quejamos por centralismo. Pero, si no se trata de una decisión centralista, entonces ¿Qué es?