Editorial

Salud mental en emergencias

Sin embargo, por los cuestionamientos puestos en la mesa, al parecer, los esfuerzos se hacen cortos en esta materia.

Por: Editorial Diario Concepción 28 de Febrero 2024
Fotografía: Contexto terremoto | Isidoro Valenzuela

Vital resulta la intervención de equipos especializados en salud mental durante y posterior a las catástrofes que hemos vivido en Chile y en el Biobío. Sufrir o presenciar hechos que generan conmoción, sin duda, afectan a las personas y así se ha evidenciado en nuestro país desde hace décadas.

Sin ir tan lejos en el tiempo, durante el 27 de febrero de 2010, cuando Chile sufrió una de las peores tragedias de su historia, en el Gran Concepción se generaron acciones de profesionales destinadas al apoyo psicológico de los afectados y afectadas.

Recordemos que hubo casi 500 fallecidos y dos millones de damnificados. El nivel de afectación fue altísimo.

Nelson Pérez, médico psiquiatra del Hospital Guillermo Grant Benavente y encargado de la Unidad de Psicotrauma del Servicio de Salud Concepción explicó a Diario Concepción que en 2009 se formó el equipo, el cual vio el 27-f su primera prueba de fuego.

“Se tuvo que llevar a cabo prácticamente esto en forma bastante abrupta y tratar de implementar la estrategia de apoyo que fueron necesarias en ese momento”, dijo Pérez. “Del 27/F la primera moraleja es que deberíamos haber tenido en ese momento ya más grupos de intervención, éramos los únicos y la verdad que evidentemente se hizo poco, por eso en ese momento se planteó ayudar eminentemente a funcionarios, a algunos pacientes o familiares de personas afectadas y no mucho más porque también el número de nosotros era bastante acotado”, agregó el mismo especialista y señaló que con los años se ha dado mayor énfasis.

Otros servicios, como el SS Talcahuano, también, luego del 27-F, crearon unidades especializadas, como es el caso de la Unidad de Salud Móvil Menta, quienes realizaron intervenciones en terreno luego del terremoto.

Actualmente, el mismo servicio cuenta con una Mesa de Emergencias y Desastres en Salud Mental, que permite bajar orientaciones técnicas y recoger los desarrollos locales en esta materia, adicionalmente permite mantener una articulación directa de la red asistencial.

Durante los recientes incendios, en Biobío en 2023 y en Valparaíso este año, también se ha resaltado la importancia de contar con apoyo sicológico para atender a quienes han sufrido pérdidas humanas y materiales. El impacto del daño es amplio, que duda cabe.

Sin embargo, por los cuestionamientos puestos en la mesa, al parecer, los esfuerzos se hacen cortos en esta materia. Hay críticas y, por lo visto, falta personal especializado.

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