Mientras la tecnología se haga más accesible para que niños y niñas de menor edad puedan ocuparlas, más se van a hacer presentes en sus vidas.
La tecnología es parte de nuestro día a día, pero el constante uso puede afectar las responsabilidades de quien las utiliza, en especial si son menores en las salas de clases. La presencia de los teléfonos celulares inteligentes, los smartphones, ya es una constante en la vida de todas las personas, esto incluye a niños que desde temprana edad ya están comenzando a depender del uso de estas máquinas a diario.
Su participación en las vidas de menores va desde el uso básico para realizar y recibir llamadas, hasta la reproducción de videos, juegos y redes sociales. Mientras avanza el tiempo van disminuyendo las edades a la que comienzan a tener y utilizar teléfonos.
El problema a partir de esto es que el uso de smartphones ha llegado hasta las salas de clases, desviando sus ojos hacia sus aparatos, perdiendo así la atención al profesor dentro del aula. Bárbara Valenzuela, directora del Magíster en Gestión y Liderazgo Educativo de la Universidad de Concepción, doctora en Ciencias de la Educación y psicóloga en Ciencia Educacional, explicó que “Un reciente estudio del Ciae, la Universidad Católica y la Universidad de Chile establece que un 58% de los estudiantes chilenos tiene acceso antes de los 10 años a un celular”.
Que más de la mitad de los estudiantes del país tengan acceso a tan temprana edad es una cifra preocupante, considerando que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que niños menores de 5 años estén frente a pantallas un tiempo menor a una hora al día. Considerar que los ocupan durante más horas durante el colegio es esperable.
Esto establece un debate acerca del uso de celulares de parte de los niños, mientras más joven sea el alumno, se entiende que es más complicado captar su atención por largas jornadas de estudios, agregando un dispositivo que le permita navegar por la web en estos horarios, dificulta la labor de los profesores y preocupación de los padres. Esto es algo que se viene masificando en diferentes colegios de la región, una problemática que algunos establecimientos ya están comenzando a aplicar soluciones para evitar que su cuerpo estudiantil se distraiga en horarios de clases.
Un caso similar ocurre en el colegio Wessex School, que está implementando una norma desde hace unas semanas que impide la utilización de los celulares en las salas. Medida que los apoderados del colegio consideran es de gran importancia, que no solo mejorará la atención durante las lecciones, sino que mejorará la calidad de vida de sus pupilos.
Mientras la tecnología se haga más accesible para que niños y niñas de menor edad puedan ocuparlas, más se van a hacer presentes en sus vidas, incluyendo la época escolar, donde si es bien utilizado puede ser una herramienta de gran utilidad, pero si es utilizado durante todas las horas de clase, solo funciona como distractor, consumiendo la atención de los alumnos.