Un problema evidente y que se concentra justo afuera de un edificio de total importancia y relevancia regional. Uno que es el motor del sistema de salud de la zona.
La presencia del comercio ambulante ilegal es uno de los temas de más larga data, en los últimos años, en Concepción. La actividad en el paseo Barros Arana es lo más notorio, y en menor medida algo de atención ha concentrado lo que ocurre, con menos intensidad, en la Diagonal Pedro Aguirre Cerda.
Pero es el panorama diario afuera del Hospital Regional penquista lo que, una vez más, vuelve a abrir el debate y el foco fiscalizador.
En el lugar se puede observar al menos 20 puestos de ropa y artículos del hogar, otros 5 puestos de comida, además de 3 food trucks. Si bien, para muchos podría ser una oportunidad de compra, aunque ilegal, pues los vendedores no pagan impuestos ni dan boleta.
El mayor problema que se presenta con dichos comerciantes es que diariamente se ubican en las veredas del sector colapsando los ingresos por calle Janequeo y San Martín. Por eso, el director del Hospital Guillermo Grant Benavente, Claudio Baeza, se reunió nuevamente con el alcalde de Concepción para analizar la situación y ver qué iniciativas pueden ser más efectivas para conseguir un adecuado desplazamiento de funcionarios, usuarios del hospital y la población en general.
El alcalde penquista, Álvaro Ortiz, dijo que un hospital no sólo se preocupa de lo que sucede al interior de éste, sino también del anillo cercano a su edificio. “Porque la situación del comercio ambulante en Concepción no solamente está en el Paseo Peatonal o en la Diagonal Pedro Aguirre Cerda, sino que hace años lo tenemos en el entorno del hospital, lo que, incluso, perjudica el acceso expedito de los vehículos de emergencia del hospital, de Carabineros o de personas que llegan con sus familiares para poder recibir una atención”.
Álvaro Ortiz destacó el último copamiento de Carabineros realizado en el lugar que, según dijo, es parte del plan que busca evitar que el comercio ilegal se instale en el lugar. “Es un trabajo permanente, cansador, agotador en muchas ocasiones, pero no podemos aflojar”, comentó. Un problema evidente y que se concentra justo afuera de un edificio de total importancia y relevancia regional. Uno que es el motor del sistema de salud de la zona y donde el contar con un entorno acorde es parte de lo básico para que este opere sin mayores inconvenientes.