Es cierto que algunas cosas, sobre todo lo asociado a factores climáticos, no pueden anticiparse con certeza, pero sí se puede avanzar en otros aspectos que pueden minimizar los efectos que provocan los siniestros.
Los incendios forestales que afectaron a diferentes comunas de Biobío el pasado verano sin dudas fueron de los más dañinos en la historia de la Región, con consecuencias lamentables. Por ello, que los alcaldes de los municipios que se vieron más perjudicados se reunieran y estén pensando en planificaciones conjuntas sin dudas es una noticia positiva.
Ciertamente, hay cosas que no se pueden anticipar con certeza, sobre todo temas climáticos, como la intensidad del viento en determinados días, pero sí es posible establecer ciertas disposiciones que, en caso que los incendios tengan una intensidad mayor, puedan minimizar sus efectos. En febrero pasado, 11 alcaldes de las localidades más afectadas tuvieron una reunión, donde quedaron determinados algunos puntos claves: estrategias comunes para grandes emergencias, legislar acerca del monocultivo y establecer un plano regulador con enfoque en la ruralidad.
Además, de ese cónclave municipal surgieron dos iniciativas; la primera es el comienzo de un estudio jurídico comparativo de la actual normativa, ya que si se quieren realizar tales cambios, es necesario un proceso de investigación que pruebe la necesidad de ejercer esta regulación, y que, al mismo tiempo, demuestre que la toma de esta medida solucionaría esas dificultades. Y en segundo término, el proceso de la creación de la Comisión de Asuntos Forestales, entidad que será organizada por el alcalde de San Rosendo, Rabindranath Acuña.
El propio Acuña, que además es presidente de la Asociación de Municipalidades del Biobío, explicó que lo primero será realizar tres acciones:la definición de una mesa directiva de la Comisión de Asuntos Forestales; escuchar otras voces, como las de la academia, con respecto a cómo se va a enfrentar el cambio climático y cómo afecta a las condiciones propicias para la generación de estos desastres;y levantar una propuesta, demanda o petitorio al Gobierno central, también al parlamento de Chile, y proyectos más localistas al Gobierno regional, en términos de los apoyos que uno pudiera considerar para futuras temporadas.
Es de esperar que estas iniciativas sigan avanzando, pues es muy necesario contar con estrategias preventivas y no reactivas ante un fenómeno, que lamentablemente, se repite constantemente en los meses de mayor temperatura a nivel regional.