Esta tragedia en curso vuelve a exigir a las entidades públicas y sus representantes la mayor diligencia posible. Una que no solo trate de prevención, sino que también de una capacidad de resoluciones inmediatas.
El momento que nadie quería que llegara finalmente llegó. Y se consolidó de la peor manera posible: decenas de casas quemadas, pero lo más lamentable, más de una decena de personas fallecidas.
El despliegue de los equipos de emergencia, tanto recursos humanos como materiales, ha sido constante por cada rincón de la Región del Biobío. Y literalmente esto ha sido por cielo, mar y tierra.
Es que mientras que instituciones como Bomberos, Fuerzas Armadas y policiales, municipales, públicos, privados y particulares se movilizan por campos y centros urbanos; la Armada apoya con la labor litoral a los pescadores de Arauco. Y una tarea similar ocurre en el aire por medio de aviones y helicópteros especializados en el combate al fuego.
A nivel político el Presidente Gabriel Boric arribó al Biobío en una jornada que comenzó tras aterrizar en el Aeropuerto Carriel Sur de Talcahuano. De ahí por tierra llegó a las zonas afectadas, como el caso de Tomé para luego seguir rumbo a la Región de Ñuble, otro de los territorios más afectados por la situación de los incendios forestales, en este minuto.
La apretada agenda entregó algunas señales, como la presencia en una misma mesa de coordinación del Presidente Boric; la delegada presidencial, Daniela Dresdner; y el gobernador regional, Rodrigo Díaz. Eso, más el despliegue en terreno de los ministros de Obras Públicas, Juan Carlos García; y su par de Salud, Ximena Aguilera.
Es evidente que queda mucho trabajo todavía, y la preocupación de la población obviamente se mantendrá en aumento, por eso lo que menos pueden hacer en este momento las autoridades políticas es dar una imagen de distancia. Esto tanto con la misma ciudadanía como entre los mismos sectores de toma de decisiones.
Esta tragedia en curso vuelve a exigir a las entidades públicas y sus representantes la mayor diligencia posible. Una que no solo trate de prevención, sino que también de una capacidad de resoluciones inmediatas y sobre la marcha, ya que en este tipo de eventos los imprevistos son constantes.
“No los vamos a dejar solos”, dijo Boric en Tomé, haciendo referencia a víctimas y habitantes del Biobío. Una Región que más que nunca necesita el real y amplio compromiso político.