Editorial

“Lo dulce y agraz” de las lluvias

El impacto negativo del agua caída los últimos días en nuestras ciudades se hizo sentir y fue evidente. Anegamientos de calles y viviendas y desbordes de esteros marcaron la jornada.

Por: Editorial Diario Concepción 17 de Agosto 2022
Fotografía: Carolina Echagüe | Diario Concepción

Más de 40 milímetros de agua cayeron ayer en el Gran Concepción, de acuerdo al Informe Climatológico Diario Nacional, publicado por la Dirección Meteorológica de Chile.

Una cantidad que se nos había hecho inusual, tomando en cuenta los últimos años, en que predominaron las palabras “seco”, “sequía” o “falta de agua”, para graficar una realidad que generó -y aún genera- preocupación. Según el mismo informe han caído 760 milímetros durante todo este año, muy superior a los 437 mm que llevábamos a la misma fecha del año pasado en la zona.

El lado bueno es que los beneficios del agua caída apuntan principalmente a la industria agroalimentaria y, para que decir, al mismo consumo humano. Una cara buena e innegable.

Por otro lado, nuevamente, el impacto negativo del agua caída los últimos días en nuestras ciudades se hizo sentir y fue evidente. Anegamientos de calles y viviendas y salidas de esteros en diferentes puntos de la zona marcaron la jornada.

Los sectores más afectados: en Concepción, el sector Juan Riquelme, por desborde del río Andalién y Los Lirios Alto, donde 70 familias quedaron aisladas producto del deslizamiento de tierras y corte del camino.

En Contulmo, provincia de Arauco, se reportaron desbordes de esteros que inundaron 50 casas y en la comuna de Arauco hubo 36 viviendas afectadas. También, en Lebu resultaron 14 inmuebles afectados.

Así, por el desborde del caudal del río Andalién, la Onemi Regional, en conjunto con la Delegación Presidencial, decretó alerta roja técnica comunal en Concepción, mientras que en Contulmo, Arauco y Lebu se declaró alerta amarilla. En suma, después de varios años con menos precipitaciones, este año nos está brindando su mejor cara en materia de lluvias, con cuentas alegres de agricultores de las diversas áreas existentes en el Biobío y quienes, por lo menos hoy, están menos inquietos.

Sin embargo, las diversas comunas de la Región que fueron afectadas por el sistema frontal nos muestran que, pese a que nos llama la atención lo que ocurre en Santiago cuando llueve y sus calles se anegan con “poca agua”, en la zona aún nos falta para enfrentar sistemas frontales que desde antaño -aunque hoy con menos recurrencia- han azotado al Biobío.

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