Editorial

Una ruina que espera su destino

Por: Editorial Diario Concepción 12 de Agosto 2022
Fotografía: Carolina Echagüe

Doce años han transcurrido desde el terremoto y tsunami del 2010 y aún hay una notoria secuela en la ciudad de Concepción, que se mantiene como testimonio urbano de esa fatídica larga noche. Se trata del ex edificio de Contraloría, ubicado en la esquina de avenida O´Higgins con Lincoyán, sobresale por su ubicación en pleno centro de la concurrida vía.

De acuerdo a lo publicado por Diario Concepción, la historia del inmueble se remonta a 1975, desde cuando pertenece al Fisco, y fue destinado para las oficinas de la Contraloría Regional, ocupado hasta el 27 de febrero de 2010. Luego del daño que sufrió el edificio, el organismo fiscalizador se fue del lugar, por lo que Bienes Nacionales recuperó la propiedad en agosto de 2011. Hoy, según lo informado por las autoridades, está a la espera de los estudios preinversionales por parte del Servicio de Salud penquista para construir un centro de atención odontológica.

El alcalde de Concepción, Álvaro Ortiz, aclaró que el edificio no está en manos del municipio y explicó que el gobierno anterior les solicitó devolverlo. “Los recursos para realizar un proyecto ahí los tenía el Ministerio de Salud, que iban a ser fondos sectoriales, pero que de igual forma iban a ir en beneficio de la ciudad, que es lo que nosotros queríamos, que vayan en beneficio de nuestra gente”, destacó.

El actual seremi de Bienes Nacionales, Genaro Donoso, informó que efectivamente “el edificio, conocido como la ex Contraloría, se encuentra en estos momentos con una concesión de uso gratuito a largo plazo (30 años), destinado al Servicio de Salud de Concepción, quienes llevan a cabo un proyecto para construir un centro de especialidades odontológicas, con quienes nos reunimos durante el mes de junio para conocer dicha iniciativa, y de la que hoy estamos a la espera de conocer sus avances”.

Más allá de los tiempos en que se conocerán los resultados de estudios, las autoridades respectivas deben resolver sí o sí ese problema. Un espacio que se ubica a una cuadra del edificio consistorial penquista, cuya remodelación le daría una nueva vida a la intersección de esas calles. Como habitantes penquistas, esperamos que no se mantenga “codo a codo” en una triste competencia con otra ruina, la del Mercado Central, que permanece destruido desde el incendio de 2013.

También, aunque más cercano en su daño, se viene a la memoria el edificio ubicado en calle Tucapel esquina O´Higgins, que resultó destruido durante el estallido social y desde hace tres años permanece cerrado en su perímetro y sin ninguna intervención. Pero esa es historia distinta.

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