Lo más probable es que se instalen debates con disímiles visiones respecto al comportamiento de la actividad económica regional. Pero es clave recordar que la pandemia ha dejado una estela de efectos.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Biobío creció un 5,8% en los primeros tres meses del año, ubicándose en el octavo lugar entre las regiones de mejor desempeño y bajo el promedio país de 7,2%. Es decir, Biobío se encuentra en el punto medio entre 16 regiones: no figura entre las tasas de mayor crecimiento y tampoco en el listado de mayores rezagos.
Estos números son parte del informe sobre actividad económica elaborado por el Banco Central, que a partir de este mes publicará, por primera vez, el PIB regional con frecuencia trimestral. Contar con cifras macroeconómicas regionales es una aspiración de los territorios desde que el Instituto Nacional de Estadísticas congeló la publicación del Inacer. Los indicadores de la evolución económica son imprescindibles para el buen diseño de políticas públicas, como también para la toma de decisión por los diferentes actores públicos y privados.
Los guarismos entregados por el Central, sin embargo, no fueron recibidos con júbilo en Biobío. Para algunas personas, el resultado del primer trimestre de 2022 dista del desempeño esperado para una región con grandes recursos, capacidad instalada y enorme potencial de desarrollo. Para otras, el 5,8% está en el rango esperado, dada la base de comparación (primer trimestre de 2021) y la matriz productiva exportadora muy dependente de los mercados internacionales. De hecho, el resultado de Biobío se explica en gran parte por el aporte de los servicios y el consumo de hogares.
En simples, lo más probable es que se instalen debates con disímiles visiones respecto al comportamiento de la actividad económica regional. Pero es clave recordar que la pandemia ha dejado una estela de efectos en la economía y ello incluye reducción de inversiones, cierre de empresas, aumento de la tasa de desocupación, mayor informalidad laboral y menor actividad económica en general. También hubo mayor liquidez por inyecciones monetarias estatales y los retiros de las AFP. Fue a partir de marzo del año pasado que el panorama de recesión comenzó a cambiar hasta alcanzar el 20,6% de actividad económica registrada en junio. En resumen, la base de comparación cambió drásticamente y ello afectará las cifras del PIB que entregará el Central en los próximos meses. Por ende se anticipan moderadas expectativas en materia de crecimiento.