Editorial

Comercio ilegal: una postal negativa de los centros urbanos

Detrás del vendedor ambulante que busca ganarse la vida en las calles hay bandas organizadas que obtienen enormes beneficios mediante el comercio ilícito y con riesgos muy bajos.

Por: Editorial Diario Concepción 19 de Mayo 2022
Fotografía: Cedida

Una autoridad de la región hizo un nuevo llamado de atención por las actividades de comercio ilegal y piratería que son visibles en las principales arterias de la capital regional. Lejos de ser un problema aislado a Concepción, es una problemática que afecta a distintos centros urbanos de la Región del Biobío.

La magnitud de lo que significa el comercio ilegal suele ser subestimada por la población en general. Los productos ilícitos no solamente afectan negativamente a las empresas y a la recaudación de impuestos, sino que tienen el potencial de provocar graves daños a las personas que compran y consumen productos alterados o falsificados. Repuestos de baja calidad para la industria automotriz pueden ser causa de accidentes. Lo mismo en materiales y maquinarias para la industria, cuyos productos falsificados son potencialmente desastrosos. La lista podría ser interminable, con alimentos y golosinas tóxicos, medicamentos falsos con cantidad errónea de ingrediente activo, entre otros ejemplos.

Además, es necesario considerar que, según la evidencia, existe una clara conexión entre el comercio ilícito y otras actividades también ilícitas, desde el tráfico hasta la corrupción y blanqueo de capitales. Detrás del vendedor ambulante que busca ganarse la vida en las calles hay bandas organizadas que logran enormes beneficios mediante el comercio ilícito y con riesgos muy bajos. Estos grupos organizados son importadores y distribuidores, y suelen aprovechar capacidades logísticas, conexiones y recursos muy avanzados.

Una nueva ley que sanciona el comercio ilegal y la piratería fue promulgada al inicio del año. La nueva normativa autoriza a las policías, inspectores municipales y a funcionarios del Servicio de Impuestos Internos a fiscalizar el cumplimiento de las normas, pudiendo requerir los permisos municipales o sanitarios respectivos, así como los documentos que acrediten el origen de las especies que comercializan. Es decir, fortalece la fiscalización y entrega más herramientas a las policías. Por desgracia, tal como lo ha denunciado la Cámara de Comercio de Concepción y la propia municipalidad penquista, lamentablemente el comercio ilegal ya forma parte del paisaje del centro de la mayoría de los centros urbanos de la Región del Biobío.

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