Editorial

Día Nacional del Teatro

Sin dudas, el mundo del arte fue uno de los más golpeados por la pandemia. Y el teatro, específicamente, estuvo cerca de dos años sin poder funcionar con relativa normalidad.

Por: Editorial Diario Concepción 10 de Mayo 2022
Fotografía: Pexels

Mañana se conmemora una nueva edición del Día Nacional del Teatro, que fue instituido por la ley número 20.153 del 26 de diciembre de 2006. Se fijó su celebración para el 11 de mayo, día del natalicio del director Andrés Pérez Araya, y la justificación de su creación fue que esta actividad “se merece tener una fecha en la que se testimonie su aporte al país y la cultura”. La primera celebración se efectuó en mayo de 2007, y desde ahí se ha llevado a cabo de forma ininterrumpida.

Andrés Pérez desde los años ‘80 incorporó elementos del teatro callejero, la pantomima y el circo a los espectáculos teatrales. Fue fundador del Gran Circo Teatro y director de su reconocida obra “La Negra Ester”, ícono del teatro chileno. Su trabajo vino a revolucionar el teatro en el país, pero lo que más destacan quienes lo conocieron y tuvieron la oportunidad de trabajar con él, fue su pasión y entrega, su convicción de acercar el teatro a la gente. Una actividad con compromiso social.

Durante la pandemia, sin dudas el mundo del arte fue uno de los más golpeados. Y el teatro, específicamente, estuvo cerca de dos años sin poder funcionar con relativa normalidad. Recién hace poco se levantaron las restricciones más rígidas en cuanto al aforo en las salas, lo que obviamente permitirá empezar a realizar más actividades en el mundo de las tablas. Pero más allá a de eso, es indudable que volver al estado previo a la emergencia sanitaria costará mucho, independiente de que ya haya un ambiente más parecido al de antes.

A nivel regional, el teatro tiene una historia rica, de trascendencia, principalmente al alero del Teatro de la Universidad de Concepción (TUC), que marcó una época no sólo en las tablas locales y nacionales, sino también internacionales. En los noventa y la década del 2000 hubo un nuevo auge formativo, con casas de estudio que ofrecían programas regulares. En la actualidad, el Centro Oráculo da algunas alternativas, pero se hace necesario que surjan más opciones de formación.

Tal como pasa en otras áreas del arte, buena parte de la gente que hace teatro vive de los fondos concursables, de proyectos con fecha de término y con una inestabilidad laboral constante. Quienes están en la disciplina lo saben, y más allá que es una realidad que sea muy complicada cambiarla siquiera a mediano plazo, sin dudas que en una fecha tan relevante como el Día Nacional bien vale preguntarse si este escenario de precariedad se podrá modificar algún día.

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