Editorial

Calidad del aire y calefacción domiciliaria

La preocupación por la contaminación del aire no es un tema reciente, pero hoy es una materia de gran importancia principalmente en las ciudades.

Por: Editorial Diario Concepción 10 de Abril 2022
Fotografía: Archivo

Tras 15 años de tramitación y debates, en 2020 entró en vigencia el Plan de Prevención y Descontaminación del Concepción Metropolitano (Ppda). La medida obliga a la autoridad medioambiental a emitir un pronóstico diario de calidad del aire hasta 2030, año en que el Ppda perderá su fuerza legal. El Ppda considera cinco categorías para la calidad del aire y las más complejas son Emergencia, Preemergencia y Alerta.

Con la caída de la temperatura en los últimos días, el tema vuelve a la pauta pública y la autoridad ambiental inició el trabajo diario para el pronóstico de calidad del aire y una eventual gestión de episodios críticos. Los sistemas de monitoreo atmosférico están distribuidos en las ciudades de Concepción, Talcahuano, Hualpén, Coronel, Lota, San Pedro de la Paz, Chiguayante, Hualqui, Penco y Tomé.

Con la llegada de los días fríos, la ciudadanía requiere sistema de calefacción y el principal combustible sigue siendo la leña. Por ello es que la autoridad ha reiterado las recomendaciones: usar leña seca con 25% de humedad o menos y jamás utilizar leña húmeda. Leña seca es más eficiente para la combustión, genera más calor, permite ahorrar en volumen y reducir la contaminación del aire que todos respiran. En cambio, el uso de leña húmeda genera los llamados “humos visibles” que, que emanan de la quema de leña no apropiada. Es importante recordar que el uso de la leña para calefacción domiciliaria no está prohibido ni se prohibirá, excepto en zonas geográficas puntuales cuando las mediciones hagan decretar estado de Emergencia por mala calidad del aire.

La preocupación por la contaminación del aire no es un tema reciente, pero hoy es una materia de gran importancia principalmente en las ciudades. Está relacionada con nuestros estilos de vida, con la forma en que se construyen las ciudades, con la ineficiencia en la producción de los productos y servicios para la vida diaria. Por ello, la preocupación con la calidad del aire y las buenas prácticas no responden solamente a una obligación con la normativa, sino que están relacionadas con la adopción de conductas responsables, especialmente necesarias durante la actual crisis sanitaria. Más enfermedades respiratorias, con la llegada del invierno, es un escenario que nadie desea. Cuidar el aire comienza por casa.

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