Editorial

Una postal que no debería existir en Biobío

En Biobío hay ejemplos de botaderos ilegales, a la vista y paciencia de todos. Verdaderas tragedias ambientales, generadas por los desechos de neumáticos y plásticos que son enterrados, abandonados al aire libre y lanzados al mar.

Por: Editorial Diario Concepción 18 de Noviembre 2021
Fotografía: Cedida.

El desierto de Atacama se ha convertido en basurero clandestino de ropa desechada en Estados Unidos, Europa y Asia. Según estimación de organizaciones que han denunciado la tragedia económica y medioambiental, al menos 59 mil toneladas anuales entran por la zona franca del puerto de Iquique. Chile es el mayor importador de ropa usada en América Latina y la mayor parte de esas toneladas de textiles terminan en vertederos ilegales en la zona de Alto Hospicio, Región de Tarapacá.

Con la exposición mediática de la tragedia ambiental que se desarrolla en Atacama, se renovó el debate sobre las tendencias de consumo rápido, de las cadenas de producción de ropas, zapatos y accesorios fabricados para una temporada, es decir, la moda de corta duración. Una tendencia de consumo fugaz, especialmente para los países de mayores ingresos. Chile también está inmerso en ese ciclo de producción y consumo por temporadas y además concentra un mercado de “ropa americana” que opera desde hace décadas. Las conocidas tiendas de ropa de segunda mano, esparcidas por todo el país, probablemente se abastecen de fardos comprados en la zona franca en el norte.

Como en otros ejemplos de comercio que generan enormes externalidades negativas, no se trata de un negocio de pequeños comerciantes que buscan ganarse el sueldo del día. La importación de 59 mil toneladas de ropas de segunda mano es una actividad para grandes importadores. No parece ser demasiado difícil identificar quiénes son los responsables por ese tipo de comercio y qué destino le dan a las montañas de productos que traen todos los meses al país por la zona franca.

Si bien es un tema que atañe directamente a Tarapacá, se trata de un botón de muestra de la gestión inadecuada de residuos que lanzan gases de efecto invernadero y contaminan las napas de agua subterránea en todo Chile. En Biobío hay ejemplos de botaderos ilegales, a la vista y paciencia de todos. Verdaderas tragedias ambientales, generadas por los desechos de neumáticos y plásticos que son enterrados, abandonados al aire libre y lanzados al mar. No hace mucho se denunció un basural de enormes proporciones en Lebu. De hecho, los vertederos ilegales y microbasurales son una realidad en distintas comunas. Por fortuna todavía no tienen las dimensiones de lo que ocurre en el norte del país. Son postales que nadie desea ver en ninguna región del país.

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