Con la pandemia, las cifras de personas que llegan desde otras latitudes ha caído de forma importante. Por otra parte, se debe aprovechar para regularizar bien este proceso, y que quienes arriben a la Región lo hagan de forma legal y correcta.
Según datos de la Dirección de Extranjería y Migración, en la Región han caído un 62% la solicitud de visas de extranjeros en el periodo 2020-2021 en relación al 2018-2019. Entre las razones, se cuentan el cierre de las fronteras, la burocracia y las expulsiones.
La pandemia frenó en seco un proceso migratorio que cada vez iba más al alza en la Región. Un proceso que justamente tuvo su peak en los años que preceden al coronavirus: en Biobío se concedieron en 2018 un total de 6.682 visas a venezolanos- la mayor procedencia de migrantes a nivel local en las últimas décadas-, cinco veces más que el año anterior. En 2019 fueron 6.660.
Si se comparan estos dos años, 2018 y 2019, los inmediatamente anteriores a la pandemia, con 2020 y 2021, las visas que se han entregado en la Región del Biobío pasan de 22.584 a 8.616, se reducen en un 62%.
Una realidad que también se ve a nivel nacional. En 2021 es el primer año de la serie estadística en que se registra migración negativa: 401.798 personas llegaron a Chile, y 415.932 abandonaron el país.
Durante la pandemia, también hay una dificultad añadida para realizar este trámite con restricciones sanitarias. Esto, sobre todo en el caso de migrantes que hablan idiomas diferentes del español, hace casi imposible regularizar la estada en Chile.
El ingreso de extranjeros al país es un tema que debe regularizarse de la forma adecuada. Más allá que muchas personas vengan de manera irregular, sin los papeles ni procedimientos adecuados, lo cierto es que también se debe trabajar en tener un proceso más fluido, donde quienes lleguen correctamente puedan ser orientados como corresponde.
Desde otros destinos, se ve a Chile como una nación sólida, donde es posible tener mayores posibilidades de surgir y lograr una estabilidad que no se puede conseguir en el país de origen. La sociedad nacional, en su mayoría, es de acoger y ayudar a quienes lo necesitan, sobre todo cuando se trata de personas que vienen de otras latitudes. Pero independiente de eso, es fundamental que las autoridades regularicen este proceso, y que quienes lleguen a la Región en este caso lo hagan de forma regular, con todos los papeles y protocolos correspondientes, los que también se han vuelto más estrictos en algunos aspectos por el tema sanitario.