Editorial

Nueva Ley de Alcoholes

Uno de cada cuatro conductores fiscalizados en las Fiestas Patrias de 2019 había consumido alcohol, según cifras entregadas por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol.

Por: Editorial Diario Concepción 28 de Agosto 2021
Fotografía: Diario Concepción

Hace tres semanas que entró en vigencia la nueva Ley de Alcoholes, la cual endurece la regulación para la venta y publicidad de bebidas alcohólicas en Chile. La nueva normativa estuvo por 14 años en tramitación y su aplicación será escalonada, es decir, algunas normas ya están en vigencia mientras que otras tardarán hasta 36 meses.

Uno de los principales objetivos de la ley es la prevención al consumo y por ello los menores de 18 años tendrán prohibido acceder a las bebidas alcohólicas, ya sea en bares, discotecas y comercio en general. Es por tal razón que todas las personas ahora están obligadas por ley a exhibir su cédula u otro documento de identificación para comprar una bebida con alcohol.

Para muchos ha sido una exageración solicitar la cédula de RUN a una persona que visiblemente sobrepasa con creces los 18 años de edad. El espíritu de la ley, sin embargo, busca desincentivar el consumo en un país que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la nación latinoamericana en que más se bebe alcohol, con un consumo per cápita anual de 9,6 litros. Son 55 gramos de alcohol por día de consumo, casi triplicando el límite de 20 gramos propuesto por la OMS y considerando, además, que el uso de esta sustancia se concentra en sólo 1,6 días como promedio. Otro dato de la OMS: el 27,3% de los adolescentes chilenos entre 15 y 19 años presentan un intenso consumo de alcohol.

Las consecuencias sociales y sanitarias son graves e incluyen los problemas familiares, mentales, económicos y de salud pública. Cifras de 2019 (el año pasado fue atípico debido a la pandemia) del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) consignan que el 24,29% de los conductores dieron positivo a los test realizados en Fiestas Patrias. Es decir, uno de cada cuatro conductores fiscalizados había consumido alcohol o alguna otra droga.

La fiscalización de los conductores es sólo una parte de una realidad que debiera preocuparnos, no sólo en días especiales, y es probable que exista un relajo generalizado respecto al consumo excesivo de alcohol. Un cuadro que afecta al consumidor individual, en distintos niveles, y que puede llevar a la muerte. Pero que también tiene impacto social, incluso sobre quienes no lo consumen.

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