Editorial

Biobío puede más

Los desafíos son grandes, pero el horizonte es promisorio, y debería alentar tanto a los actores de la política, como a la ciudadanía, académicos, empresarios, deportistas, artistas y agentes sociales a no perder la fe a una región que tiene aún mucho que mostrar.

Por: Editorial Diario Concepción 14 de Junio 2021
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Según el cronograma establecido, el 14 de julio asumirán las gobernadoras y gobernadores electos. En Biobío, Rodrigo Díaz Worner será la primera persona en asumir este cargo público, con la responsabilidad de implementar y consolidar la nueva institucionalidad regional. Llega al cargo con 71,36% de los votos, logrando la segunda mayor votación del país, luego de Ricardo Heriberto Díaz Cortés, que sumó el 72% de los sufragios. Ambos postularon como independientes.

Terminado el proceso electoral, los desafíos son grandes, pero también inspiradores. La nueva autoridad política llega a su cargo en medio a una crisis sanitaria mundial, con recortes de presupuestos, cierto grado de incertidumbre respecto a las atribuciones del gobernador, y una frontera poco precisa de división de competencias con el delegado presidencial. Las indefiniciones sobre las facultades de cada autoridad ha reforzado la percepción de que la normativa actual no deja suficientemente establecido el fortalecimiento de los gobiernos regionales. Probablemente la nueva autoridad deberá trabajar en condiciones de extrema centralización de nuestro país, escenario que resta fuerza y capacidad de gestión de los líderes regionales.

La falta de definiciones y otros problemas, sin embargo, no deben comprometer lo que ya es una conquista de la regiones en pro de acelerar el proceso de descentralización política. Las 16 regiones del país han elegido autoridades desde y para las regiones.

La nueva autoridad regional, claro está, necesitará del apoyo de todas y todos para impulsar la Región del Biobío. No para armarla a base de rogativas e intercambios, sino gestionarla con la fuerza de una región que se merece mucho más.

Así fue en el pasado, por ejemplo, con el empujón necesario para construir un ferrocarril para la capital regional, y también para la creación y desarrollo de la Universidad de Concepción. Mismo ímpetu que se necesita para abordar una región con gran potencial, con inmenso desarrollo logístico y vial, con capital humano que incluso se exporta por falta de oportunidades locales, con más de 100 mil empresas de todos los tamaños, y recursos naturales invidiables.

Los desafíos son grandes, pero el horizonte es promisorio, y debería alentar tanto a los actores de la política, como a la ciudadanía, académicos, empresarios, deportistas, artistas y agentes sociales a no perder la fe a una región que tiene aún mucho que mostrar.

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