El debate sobre cambiar la tributación desde el margen operativo hacia el valor de venta, tampoco debería estar proscrito de la agenda nacional.
La Comisión de Minería y Energía del Senado comenzó oficialmente el estudio del proyecto de ley que establece en favor del Estado una compensación, el llamado “royalty minero”, por la explotación de la minería del cobre y del litio, entre otros minerales. En la actualidad, el Impuesto Específico a la Actividad Minera (IEAM) establece de manera progresiva y por tramos los tributos sobre el margen operacional, es decir, se aplica una vez descontados los costos operacionales al precio de venta del producto. La iniciativa en el Senado establece tributación sobre el valor de venta del mineral extraído, y no sobre el margen operativo, como ocurre hoy.
De convertirse en ley, las compensaciones también cambiarían en sus valores. Actualmente la tasa efectiva del IEAM va desde 0,5 hasta 1,93% para la mediana minería (productores con ventas equivalentes entre 12 mil y 50 mil toneladas métricas de cobre fino) y desde 5% hasta 14% para la gran minería (ventas equivalentes por sobre 50 mil toneladas métricas de cobre fino). Todos los explotadores mineros con ventas anuales menores a 12 mil toneladas métricas están exentos del IEAM. Hoy, explotadores mineros con ventas de hasta 100 millones de dólares no pagan el Impuesto Específico a la Actividad Minera. La norma en tramite establece una compensación a favor del Estado por el equivalente al 3% del valor ad valorem de los minerales extraídos. El tributo gravaría la minería del cobre, del litio y de todas las sustancias susceptibles de concesión.
Además, la iniciativa en análisis establece que la compensación a favor del Estado deberá destinarse a financiar iniciativas en las regiones mineras, para desarrollo de infraestructura crítica y digital, inversión o investigación, mitigación o compensación de los impactos ambientales provocados por la actividad minera. Es decir, favorecería directamente a las comunas que pertenezcan a las regiones en que se realizan las explotaciones, propuesta que ha tenido tanto simpatizantes como detractores.
Revisar la tributación minera no debería ser un tabú. El debate sobre cambiar la tributación desde el margen operativo hacia el valor de venta, tampoco debería estar proscrito de la agenda nacional. Menos aún si se trata del aporte de los impuestos a los territorios.